A su regreso a Corea del Sur, la tiradora con arco An San, ganadora de tres medallas de oro en los recientes Juegos Olímpicos de Tokio, ha recibido todo tipo de críticas, e incluso insultos porque se ha cortado el pelo, según información de la televisión pública británica BBC.
Entre los variados insultos que le han dedicado en las redes sociales figura el de «feminista», un concepto que tiene muy mala prensa en Corea del Sur, donde se asocia al de «odiar a los hombres».
La información de la BBC menciona el comentario aparecido en una publicación: «Es estupendo que haya conseguido medallas de oro, pero sus cabellos cortos inducen a pensar que es feminista. Si ese fuera el caso, le retiro mi apoyo. Todas las feministas deberían morir».
Afortunadamente, en paralelo se ha puesto en marcha una campaña defendiendo a An San y su libertad de llevar el pelo como mejor le parezca. En todos los rincones del país, miles de mujeres están subiendo a las redes sociales fotografías de la campeona olímpica con el pelo corto acompañadas de comentarios en los que se asegura que «no le hacen menos femenina».
En el digital francés Korii escriben que las mujeres de Corea del Sur llevan mucho tiempo luchando contra la discriminación y la misoginia, y que la última década han conseguido grandes avances, desde el éxito de la campaña #MeToo hasta la abolición de la prohibición de abortar.
Actualmente, una mujer llamada Han Jiyoung ha iniciado en Twitter la campaña #women_shortcut_campaign a favor del pelo corto.
Han Jiyoung ha declarado a la BBC haberse sentido muy preocupada cuando leyó «no uno ni dos, sino muchos comentarios misóginos sobre An San». Los antifeministas son generalmente hombres jóvenes, aunque también los hay mayores e incluso algunas mujeres: «Este tipo de ataques masivos envían el mensaje de que los hombres pueden controlar el cuerpo de las mujeres».
La escritora Hawon Jung, autora de un libro sobre el movimiento #MeToo en Corea del Sur, explica que «feminismo» y pelo corto son dos cuestiones relacionadas desde que en 2018 muchas jóvenes del país se concentraron en torno al movimiento «Cut the Corset», desafiando el ideal de belleza imperante, cortándose el pelo y eliminando el maquillaje: «Desde entonces, el pelo corto se ha convertido en una forma de manifestación política para muchas feministas».
En el origen de estas campañas de odio protagonizadas por hombres jóvenes «se encuentra la creencia de que él éxito de las mujeres se hace a su costa. Por ejemplo, consideran que están en desventaja a la hora de acceder a los estudios superiores». Sin embargo, según la BBC la realidad es muy distinta, las sudcoreanas ganan de media el 63 por ciento del salario de sus colegas masculinos, lo que representa una de las mayores desigualdades entre los países desarrollados.