He tenido ocasión de ver «H6» de la cineasta franco-china Ye Ye, seleccionada fuera de concurso en el festival de Cannes 2021, de próximo estreno en Francia. Una pequeña joya en el genero documental que reflexiona sobre el comportamiento de los chinos frente a la vida, la enfermedad, el amor o la muerte en ese inmenso país totalitario y todavía en la encrucijada entre ultra modernidad y tradición.
«H6» es una película documental rodada poco antes de la pandemia del covid en el hospital número seis de Shanghái, por esta joven montadora, guionista y directora nacida en Harbin, provincia de Heilongjiang en el noreste de China, y afincada en Francia desde el 2001, en donde ha obtenido la nacionalidad francesa en 2015.
La idea de pasar a la realización con este primer largometraje documental, según cuenta su autora, fue su participación en 2014 en el rodaje de la serie «Urgencias», uno de cuyos capítulos transcurría en el H6 de Shanghai: «Yo estaba encargada de las cámaras móviles, que debían filmar los aspectos ‘humanos’, a través de 78 cámaras fijas utilizadas en esa serie».
«Tuve la impresión de estar inmersa en las entrañas de mi país y quise filmar ese gran país en total mutación en el contexto de un hospital en donde las trayectorias humanas se ven interrumpidas», afirma Ye Ye.
Si la declaración de intención de la cineasta busca distanciarse de toda posición critica o ideológica y reivindica su vocación estrictamente humana, no cabe duda y ese es el valor de su documental que las imágenes y sus espontáneos diálogos hablan por si solos, reflejando tanto la miseria social, el sufrimiento de los enfermos y de sus familias en ese universo hospitalario, sometido en la China actual al poder del dinero. El factor humano se ve cada vez más acosado por el dogma neoliberal de la rentabilidad financiera pero aquí en el marco de la sociedad china actual.
La película nos va mostrando la situación clínica y familiar de seis personajes en un sector de ese inmenso hospital frecuentado cada año por dos millones de personas. La promiscuidad y el sufrimiento es filmado siempre por Ye Ye con buen sentido del humor, recogiendo fragmentos de la vida interrumpida para mostrar el espíritu de resiliencia de esos pacientes, su resignada lucha y su capacidad a relativizar las mas graves situaciones.
Un niño que jugando en la calle fue atropellado por un autobús, una joven adolescente víctima de un accidente de carretera cuyo padre se pasa el tiempo cantando en la sala y los pasillos del hospital, un anciano que se fracturó la rodilla, una anciana cuidada con cariño por su marido, o un campesino que cayó de un árbol y se rompió la columna vertebral. Destinos que se cruzan en las salas de ese gigantesco hospital.
Casos todos que plantean a su vez problemas éticos y de sociedad, como el campesino cuyos familiares deciden no operarle y dejarle morir en su casa, dado el elevado costo y las pocas posibilidades de éxito de la operación. El problema de las indemnizaciones, cuando se trata de establecer la responsabilidad en los accidentes. La humana compasión del marido de la anciana o el tónico y resignado optimismo de ese padre que con sus cantos y sus bromas intenta levantar la moral de cuantos le rodean. Pero también las reflexiones de la auxiliar de enfermera desbordada en su trabajo cotidiano.
La mirada tierna y humana de Ye Ye, en la construcción de su documental se apoya en un trabajo riguroso de inmersión en el hospital y de puesta en situación en ciertas ocasiones, para provocar diálogos, que son luego entrelazados en el montaje fílmico.
Su mirada que busca comprender sin juzgar esos comportamientos humanos, tanto de los pacientes como del personal medico y hospitalario, es inevitablemente y objetivamente critica, ya que reivindica el valor de lo humano sobre las consignas ideológicas y totalitarias del régimen chino.
«He querido filmar con una mirada tierna, pero sin concesiones en ese país presa de sus contradicciones -dice Ye Ye-; en China las voces que buscan introducir el parámetro humano frente a las consignas económico-políticas, son siempre amordazadas».