La Corte de Apelación de Casablanca confirmó la condena de a seis años de prisión por cargos de violación y espionaje al periodista y activista de derechos humanos marroquí, Omar Radi.
Amnistía Internacional y otras ONG internacionales habían denunciado que la citada condena se produjo tras un juicio manifiestamente injusto, hecho que se ha repetido en apelación.
La condena a Omar Radi por «violación», «espionaje para el extranjero» y «atentado a la seguridad del estado» supone también una multa de 200.000 dírhams (18.885 euros). La fiscalía había pedido hasta diez años de prisión y un millón de dírhams (94.428 euros) de multa.
Tras la sentencia se produjo una sentada ante el tribunal por parte de familiares, amigos y defensores de los derechos humanos que se mostraron indignados por la ratificación de la sentencia inicial.
La madre del periodista expresó su más sentido agradecimiento a los abogados defensores. «Creo que los elementos que le fueron expuestos no fueron examinados de manera adecuada», declaró Fatiha Cherribi, para quien «había un deseo de acelerar la publicación de la sentencia, sin anticipar las consecuencias».
«Creo que cuando escuchan los argumentos de la defensa y la última palabra de Omar, hasta los no iniciados en la ley se convencen de su inocencia y distinguen que los hechos han sido fabricados», agregó la madre del periodista.
«¿Quién podría ahora emprender investigaciones periodísticas con los mismos pasos que Omar?», se preguntó.
Por su parte, el también periodista Imad Stitou vio asimismo confirmada su condena a un año de prisión, incluidos seis meses de prisión firmes. Sujeto a juicio en rebeldía durante esta fase de apelación, fue declarado culpable de «no ayudar a una persona en peligro», después de que en el juicio inicial su comparecencia era como testigo.
Este veredicto se dicta una semana después de la confirmación en apelación de la sentencia de cinco años de prisión contra el también periodista Souleiman Raïssouni, condenado por agresión sexual a un joven que se declara homosexual.
En reacción a estas apelaciones, Reporteros sin Fronteras (RSF) denunció lo que consideró «acoso judicial contra periodistas que sólo han hecho su trabajo». La ONG internacional pidió la inmediata liberación de ambos periodistas.
La directora adjunta de Amnistía Internacional para Oriente Medio y el Norte de África, Amna Guellali, declaró al respecto. «El gobierno marroquí ha sometido a Omar Radi a años de hostigamiento, diecinueve meses de detención en régimen de aislamiento y un procesamiento por espionaje por su trabajo periodístico. El juicio de Omar el año pasado estuvo empañado con graves violaciones en el proceso de principio a fin. La misma negación arbitraria de los derechos de defensa seguía en apelación. Todas las condenas por espionaje contra Omar Radi deben anularse, ya que se trata de condenas por motivos políticos que violan su derecho a la libertad de expresión».
Antecedentes
El 19 de julio de 2021, el Tribunal de Primera Instancia de Casablanca condenó a Omar Radi por espionaje y violación a seis años de prisión. Su juicio de apelación comenzó en noviembre de 2021 en el Tribunal de Apelaciones de Casablanca, y ha estado en prisión preventiva y en régimen de aislamiento desde julio de 2020.
Antes de su detención, Omar Radi había sido hostigado constantemente por las autoridades marroquíes debido a su trabajo periodístico en el que criticaba las violaciones de derechos humanos y denunciaba la corrupción.
En junio de 2020, un informe de Amnistía Internacional reveló que las autoridades marroquíes espiaron a Omar Radi utilizando software espía producido por la empresa israelí NSO Group.