En artículos anteriores hemos destacado la importancia que tiene la convocatoria de Mondiacult 2022 -que se celebra en el Complejo Cultural Los Pinos de Ciudad de México entre el 28 y el 30 de septiembre 2022-. señalando: i) los trabajos de la unesco desde la celebración del Mondiacult 1982 -también en Ciudad de México-; ii) la importancia del vínculo entre Cultura y Desarrollo; iii) los trabajos de organización del gobierno mexicano; iv) la labor de acompañamiento del gobierno español y v) algunos objetivos a conseguir que necesariamente han de incidir en la elaboración de nuevas políticas públicas en el sector cultural para conseguir una mayor cohesión social y alcanzar los ODS de la Agenda 2030.
Los trabajos de organización, acompañamiento y comunicación, han seguido adelante durante el mes de agosto y en septiembre se redoblarán los esfuerzos de varias instituciones, entre otras la SEGIB y la OEI, para que Mondiacult 2022 sea un éxito y México supere el enorme reto que ha asumido; y para que la UNESCO y los países que la componen comiencen a trabajar intensamente para abrir una nueva etapa en las relaciones entre cultura y desarrollo sostenible.
Me referiré ahora a algunas actividades celebradas en agosto:
Foros y festivales, como el 50 Festival Cervantino, y los Foros Internacionales: «Ciudad, Cultura y Territorio», «Diálogos de Alto Nivel sobre Cooperación Cultural», «Diversidad y Libertad Creativa», «Políticas culturales en el patrimonio, aspectos técnicos y el papel de las nuevas generaciones hacia una conservación más inclusiva», «Patrimonio Cultural, Los patrimonios culturales como conciencia para la paz», «Derechos colectivos: Identidad y pertenencia de los pueblos», «Las identidades culturales y la economía creativa», «Cultura para la Paz», «Participación de los jóvenes en la cultura: nuevas voces hacia Mondiacult», «Cultura y territorio», «Reflexiones desde la juventud ante el cambio climático y la conservación del patrimonio cultural con miras hacia un futuro más inclusivo y sostenible», «Lenguas indígenas e innovación» (en el Centro Cultural de España en México), «Cultura y Discapacidad», «Arte y Naturaleza», o «Los medios públicos ante la diversidad cultural».
Conferencias, como la de Clara Marina Brugada Molina «Hacia un modelo de bienestar social», la de Fabrizio Mejía Madrid «¿Cómo se narra la historia en el presente?», la de Julia Watson «Sabiduría ancestral para un futuro sostenible», la de Teddy Cruz y Fonna Forman «Complejidades y retos sociales, espaciales y medioambientales de la ciudad del siglo XXI», o la de Simón Nicaza Dean «Mutaciones artísticas: ciencia, arte y creatividad.
Presentación de Proyectos, como «Promoción de la economía creativa en Yucatán y Ecuador» o «Herramientas digitales de construcción colectiva para la economía creativa».
Actividades de comunicación, como la Conferencia de prensa de Presentación de Mondiacul 2022 en el Museo Nacional de Antropología, el programa radial Micrófono Abierto, el comienzo de los programas de televisión en el Canal 22 con la presencia de Edgardo Bermejo Mora, la presentación del Atlas de Política Cultural para el Desarrollo Sostenible o los encuentros virtuales «Comparte tu voz».
Alejandra Frausto, secretaria de Estado de cultura de México, ha afirmado que «La cultura es el alma de los pueblos, ese es el espíritu con que recibimos Mondiacult 2022».
Pablo Rapahel de la Madrid, director de Asuntos Internacionales, de la secretaría mexicana de Cultura, sintetiza los objetivos de Mondiacult 2022 como sigue: «La idea es producir al final del Mondiacult un instrumento, un pacto global que permita precisamente trazar o definir la brújula de los siguientes años en materia cultural, en las estrategias de políticas culturales, de reformas legislativas y distintos trabajos en que los distintos países miembros de la UNESCO tendrán que ir realizando a los largo de los siguientes años».
Por su parte, el escritor y periodista, Edgardo Bermejo Mora, en un artículo publicado en Crónica titulado «Rumbo a Mondiacult 2022: cultura, desarrollo sostenible y derechos culturales» concluye: «Si la Declaración de México 2022 aspira a tener el peso, la proyección y trascendencia que en su momento y a lo largo de cuarenta años tuvo la Declaración de México de 1982 para las políticas culturales de los países, el consenso que pudiera generarse alrededor de la inclusión de la Cultura como cuarto pilar del desarrollo sostenible, los derechos culturales elevados a la misma categoría universal que los derechos humanos, y la cultura misma entendida como un bien público global, se habrá dado un paso de gran relevancia para los próximos años».
Ojalá que en Mondiacult 2022 consigamos ese «pacto global» para que la Cultura se convierta en el «cuarto pilar del desarrollo sostenible».