En medio de la oleada de detenciones y torturas, especialmente de mujeres, que en los últimos meses vienen denunciándose en Irán a partir de la detención y asesinato en una comisaría de la joven Masha Amini, detenida por la llamada «policía de la moral» por llevar el velo mal puesto, destaca el caso de varias periodistas, detenidas o citadas a declarar ante la justicia.
El pasado 17 de abril de 2023, el tribunal revolucionario de Teherán inculpó a Elaheh Mohammadi y Niloufar Hamedi, por «colaborar con gobiernos hostiles, participar en una colusión contra la seguridad nacional y dedicarse a hacer propaganda contra el estado», cargos por los que podrían ser condenadas a muchos años de cárcel, e incluso a la pena de muerte, y acusaciones que el Times Magazine ha calificado de «tan grotescas como graves».
La realidad es que Niloufar Hamedi, fotoperiodista del periódico Shargh, es la autora de la única fotografía que existe de Mahsa Amini en coma, en una unidad de cuidados intensivos del hospital, así como de varias instantáneas de sus familiares, llorando y abrazándose en el hall del hospital.
Por su parte Elaheh Mohammadi, periodista del periódico Ham-Mihan, publicó un reportaje sobre los funerales de Mahsa Amini, que fueron seguidos de una manifestación –antesala de las que luego tuvieron lugar por todo el país- y una entrevista con el padre de la joven fallecida.
Niloufar Hamedia fue detenida por las fuerzas de seguridad en su domicilio el 22 de septiembre de 2022, y encerrada en la tristemente célebre cárcel de Evin, famosa por el ingente número de iraníes que han perdido la vida allí a causa de las torturas. A finales de diciembre fue trasladada a la cárcel de Qarchak, en Varamin. Elaheh Nohammadi fue detenida el 23 de septiembre de 2022, y desde entonces se encuentra en Qarchak.
Otras tres periodistas, Saeedeh Shafiee, Mehrnoush Zarei Hanzaki y Nasim Sultan Beigi, acusadas de hacer «propaganda contra el estado», recibieron el pasado 4 de abril una citación para presentarse ante el tribunal de Evin, en Teherán, y ejercer su último derecho a la defensa.
Saeedeh Shafiee, escritora y periodista independiente, fue detenida el 22 de enero de 2023, en su domicilio de Teherán. Se encuentra en libertad condicional, con una fianza de quinientos millones de tomanes, hasta que finalice su proceso.
Mehmoush Zarei Hanzaki, periodista que trabaja para diversas agencias –ILNA, ISNA, Chelcheragh y ANA- fue detenida en Teherán el 12 de febrero de 2023 y trasladada al centro de detención de los servicios de inteligencia CGRI en la cárcel de Evin. Durante su detención tuvo fuertes migrañas y no le proporcionaron tratamiento alguno. A mediados de de febrero quedó en libertad, en espera de juicio.
En cuanto a Nasim Sultan Beigi, exmilitante estudiantil y periodista, fue detenida por los servicios de inteligencia de CGRI el 11 de febrero de 2023 en el aeropuerto de Teherán, y trasladada a la cárcel de Evin. También se encuentra en libertad provisional hasta que se celebre el juicio.
En un artículo del Times Magazine firmado por Jason Rezaian –periodista que estuvo 544 días encarcelado en Irán- se lee: «El periodismo muere lentamente en Irán. Los valientes periodistas nacionales que permanecen son la única razón por la que todavía hay una luz que parpadea. Las detenciones de cerca de cien periodistas desde el comienzo de las manifestaciones demuestran hasta dónde está dispuesto a llegar el régimen para acabar con el periodismo».