Empiezan a conocerse estos días las películas seleccionadas por los organismos competentes para competir el 2 de marzo de 2014 por las codiciadas estatuas doradas del segundo más famoso de los tíos estadounidense, el “tío Oscar” al que únicamente gana en popularidad el tío Sam (el de la chistera).
El Centro Nacional del Cine (CNC) francés desveló, el lunes 16 de septiembre, que la película francesa que peleará para conseguir el Oscar a la mejor producción de habla no inglesa será Renoir, de Gilles Bourdos; una elección que ha sorprendido a la crítica gala, atónita porque, en el momento de su estreno en los primeros días de enero de 2013, aplaudió sin mucho entusiasmo el paso por la gran pantalla de una especie de biografía de los últimos días de la vida de una de las glorias nacionales de su pintura.
Renoir, que se había presentado en la sección “Un certain régard” del Festival de Cannes 2012, no consiguió emocionar tampoco a los cinéfilos, a pesar de lograr interesar a más de medio millón de espectadores, lo que para Francia representa una cantidad considerable, sin llegar a ser un taquillazo.
La elección parece que tiene bastante que ver con el hecho de que, en Estados Unidos, Renoir ha sido la tercera película extranjera más taquillera en lo que va del año 2013, lo que de alguna manera es una garantía (si es que existe alguna) para que pueda igualmente seducir al comité de selección del galardón más preciado de la cinematografía mundial que –está demostrado- adora las reconstrucción históricas sin estridencias, por lo que no hay razón para que no aprecie esta recuperación de uno de los grandes impresionistas, “rebosante de luces tenues y violines lacrimógenos” en opinión de Priscilla Lafitte, del canal internacional de información continua France 24.
Otra película que ya se aspira al premio es La bicicleta verde, primera película producida en Arabia Saudí dirigida por una mujer, Haifaa al-Mansour, estrenada en la mayoría de los países occidentales con excelentes críticas que, naturalmente, no ha conseguido en la mayor parte de los países musulmanes porque se trata de una historia que homenajea a las mujeres que de esa órbita que luchan por conseguir la libertad que se les niega, desde las esferas de poder, la familia y sobre todo la religión. Una historia que ya tiene el premio al mejor largometraje del festival de Dubai, el premio France Culture, categoría revelación, del Festival de Cannes 2013 y que recibió una ovación cerrada del público asistente al Festival de Venecia 2012.
Por primera vez, el reino wahabita presenta a los Oscar una película rodada en pleno centro de la capital, Riad, si bien la realizadora tuvo que dirigir muchas escenas escondida en el interior de una camioneta, para evitar las iras de los vecinos integristas. En el país se ven con malos ojos las “salas oscuras” -en 2005 se inauguró un cine en un hotel de la capital, pero solo proyecta dibujos animados- y las películas están reservadas al ámbito de la televisión y los vídeoclubs, es decir a “la esfera privada”. No se pueden cursar estudios de cine en la universidad, las mujeres tienen prohibido conducir y salir a la calle si no van acompañadas de un hombre de su familia y solo pueden montar en bicicleta en algunos parques con lugares reservados para hacerlo, siempre a condición de que vayan cubierta con velo integral y acompañadas por una figura masculina. Así que, por distintos conceptos, la película de Haifaa al-Mansour es una excepción que se ha ganado a pulso el apoyo internacional que está buscando.
Renoir y La bicicleta verde van a competir con Los caballos de Dios del marroquí Nabil Ayouch, The Rocket del australiano Kim Mordaunt, Gloria del chileno Sebastán Lelio (que antes se presenta en el Festival de San Sebastián en este septiembre de 2013), De una vida a otra del alemán Georg Maas, Ilo Ilo de Antohny Chen, de Singapur,… y así hasta ochenta títulos que quedarán reducidos a cinco en la noche mágica de la ceremonia de entrega de los Oscar.
En cuanto a la película que representará a España, la Academia de Cine todavía no ha tomado la última decisión; el 9 de septiembre pasado anunció que, en lugar de la terna habitual, este año tendrá que decidir entre cuatro títulos porque en la primera votación se ha producido un empate: los seleccionados son 15 años y un día, de Gracia Querejeta; Alacrán enamorado, de Santiago A. Zannou; Caníbal, la favorita, de Manuel Martín Cuenca; y La gran familia española, de Daniel Sánchez Arévalo.