Los colectivos ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Salvemos el Henares han presentado alegaciones a la propuesta de Plan Hidrológico de la Demarcación del Tajo (PHDT) por ser un documento que no ofrece soluciones a los problemas de los ríos madrileños, genera mayores daños ambientales y es contrario a la Directiva Marco de Agua (DMA).
Además, informa Raúl Urquiaga, da vía libre a futuras actuaciones que generarán graves daños a los ecosistemas madrileños como un trasvase hacia el Lozoya desde varias depuradoras del área metropolitana madrileña o el trasvase para almacenar aguas contaminadas del Jarama con destino a regantes y a suplir los caudales ambientales de Toledo.
El texto del Plan da vía libre a que sean trasvasados 65 Hm3/año de agua procedente de cuatro depuradoras (Arroyo de la Vega, Valdebebas, Rejas y Casaquemada) hasta el pie de presa de El Atazar para sustituir los caudales ecológicos del Lozoya[1]. Esta actuación impedirá irreversiblemente la recuperación ambiental del curso medio del Jarama al sustituir la principal y casi única aportación de agua limpia al río. Los colectivos ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Salvemos el Henares exigen la retirada de esta actuación por absurda, inútil, cara y antiecológica.
Una de las mayores insuficiencias del Plan es la ausencia de un régimen de cuadales ecológicos que dé solución a los problemas originados por la detracción de caudales en las presas de cabecera, así como a la alta concentración de contaminantes procedentes de las depuradoras, especialmente graves en los ríos Manzanares, Jarama y Guadarrama[2]. El Plan sólo establece unos “caudales mínimos” que son del todo insuficientes e incluso menores que los marcados por el Plan de 1998[3]. Además existen importanes ríos como el Guadalix, Aulencia, Guadarrama o Perales donde no se da ningún tipo de caudal mínimo. Por todo ello, las desecaciones a las que nos tiene acostumbrados el Canal de Isabel II (CYII) en los meses de verano seguirán produciéndose en años venideros. Hay que recordar que en los últimos 14 años el río Guadalix se ha visto desecado en 334 días y el Jarama en 150 desde 2004[4], debido al cierre de las presas por parte del CYII.
Tampoco el PHDT ofrece ninguna solución efectiva a paliar la carga de contaminantes mediante más y mejor tecnología en depuración de aguas. El texto reconoce que la mayor parte de los ríos madrileños no cumplirán jamás con los objetivos de buen estado (ecológico y químico) marcados en la DMA pese a que prácticamente todos los cursos de agua están incluidos en espacios de la Red Natura 2000. En este sentido, la DMA estable que de forma obligatoria estos espacios tienen que conseguir los objetivos ambientales en 2015.
Es realmente significativo de la dejadez del Plan por resolver los problemas de los ríos madrileños, que no se recoja ninguna medida de mejora de la calidad de sus aguas en varios tramos de ríos que no cumplen con los objetivos ambientales, como pueden ser algunas de las zonas más degradadas del Manzanares, el río Aulencia o la presa del Rey (Jarama), donde el propio plan reconoce la presencia de metales pesados y sustancias peligrosas para la salud humana como el lindano[5].
Otro aspecto lamentable es la propuesta del PHDT de pretender legalizar el abuso sistemático de agua por parte de los regantes de la Acequia Real del Jarama quienes desde 2009 vienen utilizando caudales muy por encima de lo autorizado legalmente. La Orden de 13 de agosto de 1999, asigna 104 Hm3/año para la zona regable cuyo punto de derivación es la Presa del Rey (Rivas Vaciamadrid). Sin embargo los datos ofrecidos por la estación de aforos E-22 (Red SAIH de la Confederación Hidrográfica del Tajo) indican que desde 2009 se vienen utilizando hasta un 65% más de agua de la concedida. Este hecho coincide con la práctica desecación del Jarama durante los meses de verano, a partir de la presa del Rey hasta el río Tajuña; mientras, es posible ver los cultivos de la vega convertidos prácticamente en lagunas[6]. El PHDT ofrecerá un 49% más de agua[7] a quienes hasta ahora la han estado utilizando fuera de la ley; y no establecerá medidas que pongan fin a un sistema de regadíos fuera de control, obsoleto en técnicas y con unas perdidas estimadas en 68,3 Hm3/año (¡el 44% del volumen total asignado!).
Un último elemento preocupante es que el Plan incorpora la construcción de un gran trasvase desde la confluencia del Jarama con el Tajo (Aranjuez), que bombeará agua hasta la presa de Finisterre, en el río Algodor (Toledo), desafectada de usos y con 133 Hm3 de capacidad. La finalidad de la construcción será acumular los excedentes invernales de las aguas contaminadas del Jarama para en primavera revertirlos al Tajo para paliar los caudales mínimos establecidos en Toledo y suplir la demanda agrícola. Se estima un coste de 150 millones de euros. Los colectivos ecologistas madrileños consideran esta obra una barbaridad y una insensatez máxima que da idea de la nula voluntad conservacionista del Plan.
Los colectivos ecologistas madrileños ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, GRAMA, Jarama Vivo y Salvemos el Henares consideran que este Plan Hidrológico condena a una situación de definitivo abandono a los ríos madrileños, dejándolos a merced de los intereses económicos (CYII y regantes). Es un plan que no tiene ninguna viabilidad ambiental, es contrario a la DMA y que por tanto debería ser retirado.
Notas: