Maniobras para superar el veto de EEUU sobre Palestina

Los últimos reconocimientos del territorio palestino como Estado soberano son los de Noruega, Irlanda, España y Eslovenia, que llegan después de que en mayo la Asamblea General votara abrumadoramente -con 143 votos a favor y nueve en contra- a favor de la candidatura de Palestina para convertirse en miembro de pleno derecho de las Naciones Unidas.

Pero, como era de esperar, la resolución presentada ante el Consejo de Seguridad fue vetada por Estados Unidos y todo hace pensar que lo seguirá haciendo.

Afortunadamente, Estados Unidos no tiene poder de veto para impedir que los países reconozcan a Palestina como Estado soberano, aunque podría amenazar con cortar la ayuda económica y militar, especialmente a los países del Sur en desarrollo.

¿Cuántos de los veinticuatro estados miembros restantes de la UE -de 27 miembros- seguirán a Irlanda, España y Eslovenia en el establecimiento de relaciones diplomáticas con Palestina?

Los veinticuatro los conforman: Alemania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Chipre, Croacia, Dinamarca, Eslovaquia, Estonia, Finlandia, Francia, Grecia, Hungría, Italia, Letonia, Lituania, Luxemburgo, Malta, Países Bajos, Polonia, Portugal, República Checa, Rumanía y Suecia.

Stephen Zunes, profesor de Política y catedrático de Estudios de Medio Oriente en la estadounidense Universidad de San Francisco, dijo a IPS que el caso subraya cómo ha trabajado y trabaja duro para evitar que las Naciones Unidas reconozcan a Palestina, pese al discurso de la administración de Joe Biden de que apoya una solución de dos Estados para superar la crisis entre los palestinos e israelíes.

Además de vetar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU para elevar la categoría de Palestina a miembro pleno, Estados Unidos fue uno de los dos únicos países del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, de 47 miembros, que votó a principios de abril contra una resolución que «reafirmaba su apoyo a la solución de dos Estados, Palestina e Israel, que vivan uno al lado del otro en paz y seguridad».

Desde 1990, la política de Estados Unidos ha sido retirar la financiación de cualquier organismo de las Naciones Unidas que conceda a Palestina la condición de miembro de pleno derecho.

Lo reafirmó cuando aprobó el proyecto de Ley de Asignaciones para 2024 en que se promete recortar toda la financiación de Estados Unidos a la Autoridad Palestina si «los palestinos obtienen el mismo estatus que los Estados miembros o la condición de miembro de pleno derecho como Estado en las Naciones Unidas o en cualquier organismo especializado de las mismas al margen de un acuerdo negociado entre Israel y los palestinos».

El gobierno de Biden y el Congreso legislativo han adoptado desde hace tiempo la postura de que la creación de un Estado palestino solo es aceptable en condiciones voluntariamente acordadas por Israel en negociaciones bilaterales.

Sin embargo, «dado que no ha habido tales negociaciones desde 2015 y que el gobierno israelí descarta categóricamente permitir cualquier tipo de Estado palestino, esto parece ser simplemente una forma de seguir negando el derecho de Palestina a la autodeterminación», declaró Zunes.

Entre los miembros del Grupo de los veinte (G20) de países industriales y emergente, nueve miembros -Argentina, Brasil, China, India, Indonesia, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica y Turquía- han reconocido a Palestina como Estado soberano.

China, uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y con derecho a veto, reconoció al Estado de Palestina en 1988 y ha declarado que apoya la candidatura de Palestina como miembro de pleno derecho de la ONU.

Mientras tanto, en una declaración publicada el 3 de junio, un grupo de expertos en derechos humanos de la ONU recuerda que «el Estado de Palestina ha sido reconocido por la gran mayoría de los Estados miembros de las Naciones Unidas».

Insistieron en que Palestina debe poder disfrutar de plena autodeterminación, incluida la capacidad de existir, determinar su destino y desarrollarse libremente como pueblo con seguridad y protección.
Por su parte, Sri Lanka, antiguo presidente del Movimiento de Países No Alineados (Noal), fue uno de los primeros países en establecer relaciones diplomáticas con Palestina, en la década de los años setenta.

Palitha Kohona, ex representante permanente de Sri Lanka ante la ONU y hasta hace poco embajador en China, dijo a IPS que Sri Lanka siempre ha apoyado la solución de dos Estados como solución para la crisis que involucra a Israel y Palestina y para llevar la paz a Medio Oriente.

Además de un embajador palestino destinado en Colombo desde 1975, cuyos gastos son sufragados por nuestro gobierno, «Sri Lanka mantiene una presencia diplomática en Ramala con un embajador de pleno derecho», y también preside el «Comité Especial de la ONU encargado de investigar las prácticas israelíes que afecten a los derechos humanos de la población de los territorios ocupados».

Ian Williams, presidente del Comité Ejecutivo de la Asociación de la Prensa Extranjera en Estados Unidos, dijo a IPS que la «coalición de los conmovidos», que apoya la membresía plena de Palestina, es más convincente que la «coalición de los dispuestos», a la que Estados Unidos obligó a apoyar sus guerras en Iraq y ahora la guerra de Israel contra Gaza.

A su juicio, una votación sobre el «reconocimiento» de Palestina es tan superflua como una votación sobre la aceptación de la gravedad: ¡existe!. «Debería ser superfluo rebatir los argumentos de Israel y sus partidarios, pero en passant el propio Israel no ha tenido fronteras aceptadas desde su admisión», dijo.

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