El lema de este nuevo, maravilloso, libro de Pepe Corredor podría ser “hablar con el silencio”.
El libro es pura aspiración al silencio, a purificar la mirada, a ver más allá, a comprender.
La palabra redime sólo cuando es verdadera:
Que cada palabra// cada verso// sea lo que esperabas// y no acababa nunca// de llegar Sólo se puede escribir sobre el silencio, desde el silencio:
Ahora que la música // ha cesado// cuando todo ha cesado// ha llegado el momento // de escribir. Corredor retoma metáforas esenciales de sus libros anteriores, de toda su obra, que componen su ejes vitales: luz = vida; salto= vuelo.
La alternativa a la desolación vuelve a ser el vuelo, el salto al vacío.
Aunque los elementos del libro están por lo general en lo hondo, en lo inmaterial, algunas percepciones de lo real/ actual aparecen: la patria sólo como -falso- consuelo; y como alternativa a ella la no-patria como soledad radical y por tanto auténtica.
O esta referencia a
El horror de la guerra // y sus pétalos negros
Frente a la realidad, la opción del poeta es reafirmar la necesidad de mirar más allá, limpiar la mirada, e intentar entender.
Detente ahora y mira // esos pétalos blancos// sobre el verde del césped
Junto al silencio, el otro gran eje es la luz; pero la luz implica fuego (que es también energía) y éste entraña el riesgo de abrasarse; al final, en la muerte.
Ceniza// Pero ahora // qué plenitud// Todo, en vuelo// Y tú // sabiéndote ceniza// pero ardiendo
Quizá sea un eco de aquellas “cenizas (que) tendrán sentido”.
La tarea del poeta es la desposesión, la superación de toda necesidad, de toda ambición. Los objetos son apenas nada más que el lugar que ocupan.
Y en el trasfondo, yo creo que bastante presente, la muerte; el final del fuego, la terminación de un camino.
De ahí ese poema:
La manera que tienes // de irte despidiendo // de las cosas ……
Pero mientras eso llega
Qué alegría vivir // sin importarte// lo que eso signifique
En definitiva; esos son algunos ejemplos y unas mínimas glosas cogidas al azar del libro. Podríamos hilvanar otros.
La poesía de Pepe Corredor es la lucha por la esencialidad, por el despojo de todo lo innecesario (que lo es casi todo). Pero una lucha en la que el lenguaje doblega a la razón; en la que consigue hacer decir al poema exactamente aquello que quiere transmitirnos, sin más adornos, sin oropeles, sin ruido.
Un libro esencial, emocionante y necesario.
- Sin ruido
- José Corredor Matheos
- Ed. Tusquets; Barcelona, 2013; 136 pags.; 13 €