Intolerancia en Venezuela, obsesión en Canada
La carrera por la Concha de Oro, máximo galardón del Festival donostiarra, ya ha empezado con dos películas que vienen de Canada y Venezuela. «Enemy» del canadiense Denis Villeneuve, coproducción hispanocanadiense, con guión del argentino Javier Guillón ; y «Pelo malo» de la venezolana Mariana Rondón, coproducción entre Venezuela, Perú y Alemania.
«Enemy» es un misterioso thriller sicológico que cuenta la historia de una obsesión. Un excelente guión, adaptación de una novela del fallecido escritor portugués José Saramago. Un profesor en crisis existencial que atraviesa ciertas tensiones con su pareja, descubre al ver una película en video la existencia de un actor que es su idéntico sosias. Mismo físico y misma voz. A partir de ahí, totalmente perturbado, inicia una investigación para localizar a su doble. Sus pesadillas y el encuentro entre los dos hombres y sus respectivas parejas alimentan este relato apoyado en el suspense y en un buen reparto de actores.
El norteamericano Jake Gygenhaal, lleva sobre sus espaldas el principal peso de la interpretación, acompañado por la francesa Melanie Laurent y la canadiense Sarah Gordon, con la participación de la italiana Isabella Rosellini. Acogida con respeto e interés en la sesión de prensa, no ha suscitado sin embargo gran entusiasmo.
Denis Villeneuve debutó en 1998 con «32 de agosto en la tierra», seleccionada en el Festival de Cannes. Su segundo largometraje «Maelstrom» ganó el premio de la crítica internacional en el Festival de Berlín en el 2000. En 2009 presentó «Politécnico» en la quincena de realizadores de Cannes. En 2010, su película «Incendios» fue nominada a los Oscar de Hollywood, en la categoría de mejor película extranjera.
Pelo Malo
«Pelo malo» es una coproducción entre Venezuela, Alemania y Perú , dirigida por la venezolana Mariana Rondón que nos habla de intolerancia y algunas cosas más. Una interesante mirada sobre las dificultades de un niño mestizo de 9 años, de pelo rizado, que busca afirmar su identidad sexual en la sociedad venezolana actual. Una metáfora en la intención de su directora, para hablar del clima de intolerancia política en su país y de la condición de la mujer en la sociedad venezolana.
Junior es ese chaval que vive con su madre, Marta, en una barriada pobre de Caracas. Un decorado natural el de esa ciudad agobiante y superpoblada, filmada por Mariana Rondón de forma omnipresente, con sus atascos y su fondo sonoro callejero. Marta es una madre y jóven viuda que tiene además otra criatura y acaba de perder su empleo de guardia de seguridad privado. A sus dificultades económicas, buscando desesperadamente salir adelante, se añaden sus prejuicios ante el ambiguo comportamiento del chico, obsesionado por tener el pelo liso como los jóvenes cantantes en boga.
«No me mires así» le dice la madre a Junior, viendose juzgada por la mirada infantil, «aquí todos miran» responde el niño. La mirada del otro es filmada por Mariana Rondón con su propia y original mirada. El contexto social, el acoso que sufre esa mujer para recuperar su trabajo, sus dificultades par afrontar sola la educación de su hijo, que parece mostrar una tendencia a la homosexualidad, alimentada por su propia abuela quien le incita a cantar y bailar. Entre la abuela que lo quiere acaparar de forma egoista y la madre que rechaza su actitud amanerada, junior se ve obligado a aceptar una dolorosa solución.
La relación de amor y rechazo entre junior y su madre es evocada con realismo y sensualidad por esta prometedora directora venezolana que estudió cine en París y en Cuba. Se dio a conocer en el 2000 con «A media noche y media», codirigida con Marité Ugás. En 2007 su película «Postales de Leningrado» ganó numerosos premios internacionales. «Pelo Malo» presentada ahora en competición en San Sebastián, había sido seleccionada en Toulouse en «Cine en construcción».
Trailer:
Enemy
http://youtu.be/QKQFIw4pWbs