En la sección “Perlas” en San Sebastián hemos encontrado una que merece particular atención y que ha suscitado aplauso y admiración unánimes.
Se trata de «Gloria» película chilena de Sebastián Lelio, ganadora del Oso de Plata en Berlín, por la actuación de su actriz Paulina García, candidata chilena a los Oscar de Hollywood y a los Premios Goya en España. La película había ganado previamente el gran premio Cine en Construcción (Toulouse/San Sebastián) en 2012, lo que permitió finalizar su postproducción.
Entre las cenizas de mucho celuloide que uno termina olvidando, brilla «Gloria» como un inolvidable retrato de mujer madura, una tónica y profunda comedia cuyo título es el nombre de su protagonista y el de esa célebre canción de Umberto Tozzi, con que termina la película.
En esa edad siempre difícil de llevar, pasados ya los cincuenta, esa mujer, todavía en trabajo activo, se encuentra sola, separada de su marido, con los hijos ya crecidos, con un nieto, pero en el fondo de ella misma se siente joven y queriendo vivir a fondo su propia vida, frecuentando bailes en donde poder divertirse y encontrar gente.
En uno de esos bailes encuentra un día la mirada de Rodolfo, un sexagenario que la invita a bailar, galante, sensible, atento, le echa los tejos, y le hace sentirse deseada como mujer.
Sebastián Lelio filma con gran sensibilidad el encuentro y la sexualidad de esos dos personajes de edad madura que buscan ponerle fuego a sus vidas. Con buen sentido del humor y lograda emoción, sus imágenes nos van haciendo comprender la complejidad de esa relación, pues nada es fácil y cada cual lleva consigo el peso de su vida anterior.
Visiblemente enamorado de Gloria, Rodolfo no se decide a dejar a su posesiva familia que depende de él de forma enfermiza y cuando ella le presenta a los suyos no lo puede soportar. «Gloria» es una de esas películas que cuenta muchas cosas, con múltiples y pequeños detalles, tanto en sus imágenes como en sus diálogos.
En una reunión con la familia de Gloria, mientras vemos al fondo, en la televisión, una manifestación de estudiantes chilenos de izquierdas, Gloria habla entonces de como Chile es hoy otro país, pero en el que da la impresión de que ciertas cosas no han cambiado, que falta mucho por limpiar. Rodolfo explica por su parte que ha trabajado en la Marina, y que hizo negocios con los militares, una pincelada en ese relato que dice mucho sobre su posible pasado y que provoca sorpresa entre los comensales.
Sin hablar de política, Sebastián Lelio sitúa en pocos trazos el contexto de esta comedia, lejos de toda banalidad, en ese Chile de hoy, en el que la «memoria obstinada» -como diría Patricio Guzmán-, sigue ahí, buscando explicar el pasado a las nuevas generaciones.
Prometedor cineasta, montajista y guionista chileno de origen argentino, Sebastián Lelio se dio a conocer con “La sagrada familia” su primera película en Horizontes Latinos en San Sebastián en 2005. Pasó luego por la cine fundación de Cannes y en 2009 filmó «Navidad», su segundo largometraje, seleccionado en la quincena de realizadores. En 2011 dirigió «El año del tigre» que presentó en Locarno y «Gloria» es ahora su cuarto largometraje de ficción.
La protagonista es la actriz, directora y dramaturga chilena Paulina García, más conocida como Paly García, nacida en 1960 en Santiago y con una larga trayectoria profesional en su país. Su físico, su presencia y su carisma, del que se desprende optimismo y simpatía me hacen pensar en Carmen Maura. En Berlín 2013 fue la gran revelación del festival y se llevó el Oso de plata para este papel que es en efecto de oro macizo.