El artículo y el nombre

El desconocimiento de las palabras por la índole de la entonación, la omisión de los signos de puntuación, el uso inadecuado de las mayúsculas y minúsculas, más el empleo de vocablos con significado diferente del que registran los diccionarios, entre otros, son los elementos que han dado pie a situaciones viciadas, muchas de las cuales parecieran indesarraigables.

Durante el tiempo en el que me he dedicado a escribir sobre estos temas, le he dedicado varias entregas a cada uno de esos casos.

Es satisfactorio saber que a la luz de los aportes de este trabajo de divulgación periodística, ha habido personas que han aclarado sus dudas y han adquirido soltura en su expresión escrita y oral, lo cual es una evidencia de que el esfuerzo no ha sido en vano. Una considerable cantidad se autocalifican como «asiduos lectores», y de cuando en cuando me envían inquietudes que me facilitan el trabajo de selección de los temas. ¡Con mucho gusto les respondo!

Es justo reconocer que, paralelo a las impropiedades lingüísticas en los medios de comunicación social y en el habla cotidiana, hay un creciente interés por deshacerse de esas faltas que ajan y envilecen la escritura y la expresión oral, lo cual ha hecho que de manera muy frecuente, aparezcan en redes sociales muchos contenidos con la intención de aclarar dudas, bastante buenos; pero hay algunos que muestran criterios muy puristas, desactualizados y, en el peor de los casos, equivocados.

Eso ocurre porque existen personas a las que les encanta hablar de lo que no saben. Perdonen mi arrogancia; pero no tengo esa fea costumbre, pues cuando no estoy lo suficientemente claro con algún tema, admito mi desconocimiento y me dedico a escudriñar, para no ofrecer un contenido que, en lugar de aclarar, oscurezca.

Les hablaré hoy del artículo cuando forma parte del nombre, que es otra situación que se ha convertido en el dolor de cabeza de muchas personas cuya ocupación habitual es la redacción textos.

La palabra artículo, de acuerdo con el DLE (Diccionario de la Lengua Española), «es una de las partes en que suelen dividirse los escritos». Es «cada una de las divisiones de un diccionario o una enciclopedia encabezada con distinta palabra».

En el ámbito periodístico, por lo menos en Venezuela, es un género de opinión, y a los que se dedican a ejércelo, se les llama articulistas.

Es además mercancía, productos o algo con lo que se comercia. En lo gramatical es algo muy distinto, y es lo que les explicaré para que puedan deshacerse de las dudas, dado que son muchas.

Entonces, vale la pena abordar el tema. Yo fui articulista, columnista y luego licenciado en Comunicación Social. Se lo digo, no por dármelas de sabiondo, sino por la satisfacción que me produce el hecho de hablar de algo que manejo con relativa facilidad.

El artículo es una forma gramatical que antecede al sustantivo: el profesor, los alumnos, las razones, un día, etc. Existe el determinado o definido: el, la, los, las. Indefinido: un, uno, una, unas. Neutro: lo interesante, lo bonito, lo sombrío, etc.

Por ahora me ocuparé de el cuando forma parte del nombre, como en el caso El Paso (Texas); El Vigía, El Tocuyo, El Baúl (Venezuela); El Chaco, El Salvador, El Cairo (capital de Egipto), etc.

Si escribiéramos o pronunciáramos esas realidades geográficas que he citado como ejemplos, sin el artículo y sin decir a que nación pertenecen, habría dudas y equívocos, además de que serían chocantes a la vista y al oído.

Se debe tener presente que en ese caso u otros análogos, debe usarse la inicial mayúscula.

Hay casos en los que se usa el referido artículo; pero no forma parte del nombre, como: el Perú, República Democrática del Congo, el Pulusa, el Pibe, el Patrón.

El criterio es aplicable aun en el caso de la contracción gramatical del, como lo muestra el nombre de la nación africana citada como ejemplo.

Si el artículo formara parte de su nombre, habría de escribirse: República Democrática de El Congo. Cuando el artículo no forma parte del nombre, deberá escribirse con inicial minúscula.

Espero que esta sencilla explicación, haya sido de provecho para esas personas que han entendido la importancia de escribir bien y hablar de mejor manera, sobre todo periodistas, educadores y otros profesionales que en sus tareas habituales está presente la redacción de textos o la expresión oral, en caso de locutores y animadores.

David Figueroa Díaz
David Figueroa Díaz (Araure, Venezuela, 1964) se inició en el periodismo de opinión a los 17 años de edad, y más tarde se convirtió en un estudioso del lenguaje oral y escrito. Mantuvo una publicación semanal por más de veinte años en el diario Última Hora de Acarigua-Araure, estado Portuguesa, y a partir de 2018 en El Impulso de Barquisimeto, dedicada al análisis y corrección de los errores más frecuentes en los medios de comunicación y en el habla cotidiana. Es licenciado en Comunicación Social (Cum Laude) por la Universidad Católica Cecilio Acosta (Unica) de Maracaibo; docente universitario, director de Comunicación e Información de la Alcaldía del municipio Guanarito. Es corredactor del Manual de Estilo de los Periodistas de la Dirección de Medios Públicos del Gobierno de Portuguesa; facilitador de talleres de ortografía y redacción periodística para medios impresos y digitales; miembro del Colegio Nacional de Periodistas seccional Portuguesa (CNP) y de la Asociación de Locutores y Operadores de Radio (Aloer).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí
Captcha verification failed!
La puntuación de usuario de captcha falló. ¡por favor contáctenos!

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.