Groenlandia puede terminar volviéndose verde, dado que la mayor parte de su enorme cubierta helada está condenada a derretirse, informó este viernes 27 el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Según informa Stephen Leahy (IPS), el nuevo resumen de 36 páginas presentado en Estocolmo por el IPCC, que funciona en la órbita de la Organización de las Naciones Unidas, incluye una advertencia de que hay 20 por ciento de posibilidades de que los hielos de Groenlandia inicien un derretimiento irreversible con apenas 0,2 grados de recalentamiento adicional.
Esa cantidad de recalentamiento agregado ahora es una certeza. Sin embargo, el derretimiento de todo el hielo insumirá 1.000 años.
«El nuevo informe es otra llamada a despertar, diciendo que estamos en grandes problemas y que nos dirigimos hacia niveles peligrosos de cambio climático», dijo David Cadman, presidente de ICLEI, la única red de ciudades sostenibles que opera en todo el mundo e involucra a 1.200 gobiernos locales.
«El IPCC será atacado por intereses (de la industria) de los combustibles fósiles y sus partidarios… Ellos intentarán asustar al público (diciéndole) que tomar medidas pone en riesgo los empleos y la economía», dijo Cadman a IPS. «Eso simplemente no es verdad. Es lo opuesto».
Evidencia abrumadora
El Resumen para Responsables de Políticas del informe del Grupo de Trabajo I – Bases de Ciencia Física, divulgado este viernes 27, establece claramente que los seres humanos están calentando el planeta, lo que confirma informes previos que datan de 1997. Desde los años 50, cada década ha sido más caliente que la anterior, señala.
El texto completo sin editar se conocerá el lunes 30 y constituye el primero de los cuatro volúmenes (los de los tres grupos de trabajo más la síntesis) del Quinto Informe de Evaluación del IPCC, conocido como AR5.
«Las temperaturas entre 1983 y 2012 son las más cálidas de los últimos 1.400 años», dijo Thomas Stocker, copresidente del Grupo de Trabajo I.
En respuesta a los informes de prensa sobre el llamado «hiato del calentamiento», Stocker dijo que el sistema climático es dinámico, y que es probable que en los últimos años haya dado más calor a los océanos y que se haya enlentecido ligeramente el ritmo de los aumentos de las temperaturas superficiales.
Hace más de 100 años, investigadores demostraron que el dióxido de carbono atrapa el calor del sol. La quema de combustibles fósiles, la deforestación y otras actividades humanas emiten más de ese gas a la atmósfera, donde se queda para siempre. Ese dióxido de carbono adicional está atrapando calor adicional, dado que actúa como otra capa de aislamiento.
Más de 90 por ciento de esta energía térmica adicional es absorbida por los océanos, según el Resumen para Responsables de Políticas del Quinto Informe de Evaluación. Esto explica por qué las temperaturas de la superficie no son superiores al aumento mundial promedio de 0,8 grados.
El resumen destaca que la reducción de la cobertura helada del Ártico en las últimas tres décadas fue la mayor registrada en los últimos 1.450 años. Aunque el derretimiento en el verano boreal de este año fue menor al del año pasado, el Ártico va rumbo a quedarse sin hielo en la temporada estival previo a 2050, mucho antes de lo que proyectaron reportes anteriores.
Un consenso cauto
El informe del IPCC, una revisión de las investigaciones científicas disponibles, se basó en trabajos de 259 autores de 39 países, y contó con 54.677 comentarios. El anterior informe de evaluación, conocido como AR4, se había dado a conocer en 2007.
«Cada palabra contenida en las 36 páginas fue debatida. Algunos párrafos se discutieron durante más de una hora», dijo Stocker en una conferencia de prensa en Estocolmo. «Ningún otro reporte científico ha pasado jamás por un escrutinio tan crítico».
El Resumen para Responsables de Políticas, cautamente redactado, detalla y confirma los impactos observados, como el aumento de las temperaturas, los cambios en los patrones de precipitaciones, los extremos climáticos y más. También confirma que estos y otros impactos empeorarán a medida que aumenten las emisiones de dióxido de carbono. Las actuales emisiones de este gas están en la primera línea del peor escenario.
El resumen del AR5 dice que la capa helada de Groenlandia perdió un promedio de 177.000 millones de toneladas de hielo al año entre 1992 y 2001. Estudios más recientes muestran que el hielo perdido aumentó sustancialmente desde ese entonces.
Según el AR5, hay una posibilidad en cinco de que la cobertura helada de Groenlandia se derrita totalmente si las temperaturas globales aumentan entre 0,8 grados y más de uno, como resulta inevitable ahora. Uno de los motivos es que las temperaturas en el Ártico son casi tres veces más altas que el promedio mundial.
Si las temperaturas globales aumentaran cerca de cuatro grados, se desencadenaría un derretimiento imparable en Groenlandia, lo que haría aumentar siete metros el nivel del mar.
Pese a esto, el AR5 dice que no se espera que el aumento mundial del nivel del mar sea mayor de un metro este siglo. Otros científicos, entre ellos James Hansen, exdirector del Instituto Goddard de Estudios Espaciales de la NASA (agencia espacial de Estados Unidos), dijo que el acelerado derretimiento observado en el Ártico, en Groenlandia, en la Antártida y en los glaciares del mundo en general es una señal de que es posible que en este siglo se produzca un aumento de varios metros en los niveles del mar, a menos que se reduzcan las emisiones.
Negacionistas climáticos
Incluso antes de que se hiciera público el nuevo informe del IPCC, «negacionistas del cambio climático» lo atacaron y tergiversaron, intentando retratar sus conclusiones como radicales o extremas, dijo Charles Greene, profesor de ciencias atmosféricas y de la tierra en la Cornell University de Nueva York.
Greene se refirió así a un muy documentado esfuerzo de propaganda por parte de algunos de la industria de los combustibles fósiles, así como de organizaciones de derecha que intentan confundir al público sobre la realidad y la urgencia del recalentamiento planetario.
«De hecho, el IPCC tiene un largo historial de haber subestimado los impactos» del cambio climático, dijo Greene.
Aunque la acción mundial contra el recalentamiento planetario está en punto muerto, algunas ciudades ya están reduciendo sus emisiones de carbono. Los miembros de ICLEI se comprometieron con una reducción de 20 por ciento para 2020 y de 80 por ciento para 2050.
La mayoría de los gobiernos no están tomando iniciativas al respecto, lo que revela claramente el poder y la influencia del sector de los combustibles fósiles, dijo Cadman. «Las ciudades pueden hacer 10 veces más, pero simplemente no tienen el dinero».