La directora del Centro de Educación e Investigación para la Paz (CEIPAZ), de la Fundación Cultura de Paz, Manuela Mesa Peinado, sostiene que el peso de la cooperación española es secundario e inferior en relación a períodos anteriores en países como Colombia, informa Carmen Chamorro.
En la medida que estos proyectos han contribuido a promover la participación de las mujeres en los procesos de paz, la protección femenina en situaciones de conflictos o a la prevención de la violencia, se hace muy palpable una significativa reducción de fondos y el bajo perfil que ha mantenido el Gobierno español, en el caso de Colombia, por lo que se refiere al apoyo en la participación de las mujeres en las negociaciones FARC y el gobierno colombiano, señala Manuela Mesa Peinado. Agrega que Colombia ha sido y es uno de los países prioritarios para la cooperación española. Después de años apoyando la línea de género en Colombia, con múltiples proyectos de desarrollo, no se explica por qué en un momento tan crucial como son las negociaciones de paz y cuando es esencial apoyar las demandas de las organizaciones de mujeres para participar en la mesa de negociación en la Habana, de acuerdo con la resolución 1325, el gobierno español haya mantenido una presencia muy limitada en el Encuentro de Mujeres y Paz apoyado por ONU-Mujeres.
España encabezó la lista de los países miembros del CAD que más recortaron. Como explica el informe de Oxfam, La realidad de la Ayuda, 2012, España se encuentra en el límite de salir del CAD por la irrelevancia de los fondos que destina a la Cooperación al Desarrollo (0,15% del PIB).
Por el contrario, la responsable de Políticas de Género en Desarrollo (DGPOLDE), del Ministerio Español de Asuntos Exteriores y Desarrollo, Nava San Miguel aseguró que según sus propios instrumentos de medición de ayuda (CRS específico y Marcador de Género) ha habido recortes pero se mantienen equilibrados en cifras generales. San Miguel estuvo de acuerdo con reestructurar los recursos y su gestión en los próximos años para optimizar resultados.
Según Mesa, “se está en un momento de desmantelamiento de la cooperación al desarrollo, con unos porcentajes que hacen imposible hacer frente a los compromisos internacionales adquiridos por el gobierno Mariano Rajoy”, afirmaciones que fueron expuestas en la sede de la Cartera de Exteriores durante el desarrollo de una reunión que trató de hacer partícipe a la prensa de los avances que se han llevado a cabo en relación al cumplimiento del Plan de Acción Nacional para la aplicación de la Resolución 1325 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (2000) sobre Mujeres, Paz y Seguridad, aprobada por acuerdo del Consejo de Ministros. Según los informes a los que ha tenido acceso esta corresponsal y que deberían explicar el impacto que han tenido los recortes en la aplicación del Plan de Acción, hay limitación de recursos en Colombia, puesto que la ayuda oficial española ha experimentado un recorte del 70% en el periodo 2009-2012.
Según una denuncia de Oxfam Intermón, el Gobierno de Rajoy está acabando con 32 años de cooperación al desarrollo, la única política pública que persigue la equidad y la solidaridad a escala global. La resolución 1325 fue el resultado de la demanda durante muchos años de grupos internacionales de mujeres que pugnaron para que se oyera su voz en los conflictos armados, las negociaciones de paz y los procesos de rehabilitación posbélica.
No hay que obviar que también existen denuncias ante el limbo jurídico de impunidad en violencia sexual en las misiones de paz. Otras de las flaquezas también expuestas en la reunión. En virtud de las medidas establecidas por el plan de seguimiento y la evaluación de sus resultados se han elaborado hasta la fecha una serie de informes de seguimiento a cargo de la Oficina de Derechos Humanos, Dirección General de Política Exterior y Asuntos Multilaterales, Globales y de Seguridad, en colaboración con las unidades ministeriales en cada ámbito de competencias.
Los actuales informes III y IV de Seguimiento se han presentado de manera conjunta y abarcan las acciones emprendidas por España en este ámbito a lo largo de los meses comprendidos entre octubre de 2010 y diciembre de 2013. Para la CEIPAZ, existir, existe un Plan de Acción específico en la cooperación española que permite aplicar la Resolución 1325, si bien no es más que un documento que no se ha traducido en acciones significativas.
En segundo lugar, el incumplimiento de los plazos en la ejecución de los informes de seguimiento muestran como la aplicación del Plan de Acción, su seguimiento y evaluación no son relevantes para el Ministerio de Asuntos Exteriores. De hecho, es escasa la presencia de otros Ministerios, como el de Justicia o el de Educación que podrían jugar un papel muy relevante en los procesos de construcción de la paz. En estos Informes de tres años con cambios de posicionamiento, el Ministerio de Defensa ha hecho bien sus deberes y ha facilitado su capacidad para incorporar la mujer al Ejército a través de la Resolución 1325, por el contrario, Mesa se ha reiterado en el escaso protagonismo de Carteras ministeriales como Exteriores o Educación.
El enfoque de perspectiva de género es algo más que incluir un porcentaje de participación de la mujer en las operaciones de paz: “Se utiliza un enfoque simplista y reduccionista, que confunde sistemáticamente la perspectiva de género con el reclutamiento de la mujeres a las Fuerzas Armadas o la participación de las mujeres en las operaciones de paz”.
Este enfoque muestra un total desconocimiento de los los fundamentos de la resolución 1325 y de su Plan de Acción, y Manuela Mesa se pregunta si realmente existe la voluntad de parte del Gobierno de generar mecanismos que recaben información y que permitan evaluar las acciones con resultados, esto es, indicadores que muestren los avances. Para la representante del Ministerio de Sanidad en la citada reunión, según la Ley de Igualdad Efectiva, en esta Resolución 1325 se han de implicar la Oficina de DDHH, Exteriores, Interior y Defensa, por lo que se debería contribuir a un enfoque integral.
Por su parte, el teniente coronel de la Armada Fernando Izquierdo reconoció en esa misma reunión que es posible que la posición de España en esta materia esté ausente en la UE, si bien aludió a un pre despliegue de 1.500 efectivos fuera del país europeo, donde los mandos de las misiones asumen la implantación de cursos internacionales junto con Holanda, orientativos a la perspectiva de género en operaciones militares y que han sido, recientemente, altamente valorados por los Estados Unidos por su eficiencia: «La visión ha de ser sólida en cuanto al respeto a los DDHH en las misiones de reconstrucción de paz y no, tratar de exportar nuestros valores occidentales, dijo.