Luchar contra la violencia que se ejerce contra las periodistas, precisamente por su condición de mujeres periodistas. Ese es el eje del llamamiento que hace la Federación Internacional de Periodistas (FIP), en el Día Internacional de la Mujer. Una llamada de atención dirigida tanto a los medios de comunicación como a las autoridades para que trabajen para crear un entorno en el que las periodistas puedan ejercer su oficio de modo seguro.
En noviembre de 2013, la FIP lanzó una campaña para denunciar la violencia contra las mujeres periodistas e hizo un llamamiento a las autoridades para que pusieran fin a la impunidad de estos delitos.
«Ante los numerosos casos de discriminación en el puesto de trabajo, que ocultan barreras invisibles y una discriminación salarial, las periodistas son sujeto de violencia por el hecho de ser mujeres. Nos llegan numerosos casos de intimidación, acoso sexual, maltrato psicológico y no podemos tolerar que estos ataques se lleven a cabo con total impunidad» dice Zuliana Laínez, periodista peruana y responsable del grupo sobre la violencia de género en la FIP.
La FIP pide a los medios de comunicación y a las autoridades públicas de todos los países que adopten las medidas necesarias para garantizar que las mujeres periodistas puedan desempeñar su trabajo con total seguridad.
En particular, recomienda que las empresas adopten políticas específicas para luchar contra el acoso sexual y la intimidación y sus consecuencias, estableciendo comités y órganos propios que garanticen la aplicación de la ley, tanto en la letra como en el espíritu.
Es preciso adoptar sanciones cuando sea necesario. «Sanciones adecuadas y severas», dice el comunicado de la FIP, » contra los autores de actos de violencia en las redacciones», así como facilitar entrenamiento y formación de seguridad para que las mujeres puedan enfrentarse a los ataques físicos y a las amenazas, cuando tengan que trabajar en entornos complicados.
Los medios de comunicación, según la FIP, deben actuar diligentemente, con agilidad, cuidado y prontitud, para abordar las cuestiones relacionadas con la violencia de género, para lo que sugiere que -en sus informaciones- sigan directrices éticas y de género, que la misma FIP ha elaborado. Desde luego, no faltan guías de actuación sobre el tema. Los medios de comunicación tienen que comprometerse en la promoción del diálogo, dentro y fuera de las redacciones, para generar conciencia social sobre la erradicación imprescindible de la violencia de género.
La FIP anima a los periodistas, sus organizaciones y simpatizantes a expresar su preocupación por la violencia contra las mujeres periodistas y a exigir el fin de la impunidad de esos crímenes mediante la publicación en # IFJVAW. Además, los sindicatos y organizaciones de periodistas deberían establecer y mantener una base de datos sobre los casos denunciables y remitirlos al Consejo de Género de la FIP para apoyar acciones futuras.
Además, este año la FIP tiene la oportunidad de poner en común estrategias con otras organizaciones que importan a las mujeres y con las mujeres periodistas, como es el encuentro sobre la situación de las mujeres en la ONU, que se celebra en Nueva York del 10 al 21 de marzo de 2014.
Este año el encuentro aborda la implementación de los Objetivos del Milenio para mujeres. Con otras uniones y federaciones internacionales, la FIP reclama un acceso igual al trabajo, a la educación y a los servicios públicos, así como la eliminación de todas las formas de violencia contra las mujeres. Esa exigencia se basa en el ordenamiento y en los acuerdos de las Naciones Unidas. «Es esencial que que siga presente la declaración de la Plataforma de Beijing (Pekín) de 1995 para una mayor sensibilidad de género en los medios de comunicación «, ha declarado Mindy Ran , copresidenta del Consejo de Género de la FIP y representante de la Federación Internacional de Periodistas en la próxima reunión de la ONU, que acabamos de citar.
«La ONU ha reconocido desde hace tiempo el papel fundamental que juegan los medios en la sociedad civil y su impacto sobre la discriminación, la violencia, los abusos y el desprecio hacia los derechos humanos». Esos impactos causan daño -simplemente- si se mantiene el ‘status quo’, si se niega a las mujeres su dignidad humana y sus contribuciones a la sociedad. Mediante esa negación, se colabora en hacer invisibles esos crímenes y delitos. Se contribuye a distorsionar la imagen de la mujer. Y aumentamos así la ignorancia y el olvido de los ataques contra las mujeres. Consciente o inconscientemente, protegemos a los agresores.
Por el contrario, los medios de comunicación pueden actuar de una manera positiva interviniendo en el debate de la sociedad civil y en la promoción de iniciativas de periodismo ético, que respaldan las organizaciones de periodistas y las instituciones educativas. Hay, desde luego, un doble desequilibrio a corregir: el que afecta a las mujeres en las redacciones y el que pesa todos los días en la información y en las noticias.