“A mi se me hace cuento que empezó Buenos Aires/la juzgo tan eterna como el agua y el aire”, dice el escritor Jorge Luis Borges en su bello poema Fundación mitológica.
Reencontrarme con el perfil de esta ciudad, su gente y su ambiente laberíntico y mágico es siempre para mi una fuerte emoción.
La capital de la República Argentina fue fundada dos veces a orillas del majestuoso Río de la Plata, llamado así por sus destellos y por el mito que hablaba del oro y la plata en la ciudad de los Césares. Mas tarde, los hombres que la poblaron supieron que la gran riqueza argentina estaba en su tierra, extensión y fertilidad.
Recorrer la ciudad es una experiencia llena de sorpresas, en ella se descubre la elegancia francesa en los palacios y mansiones de la Avenida Alvear y Libertador, la gracia española en la Avenida de Mayo, el toque italiano en los restaurantes, bares y cafés, todo, al compás del tango que vibra en cada esquina porteña. Con una población de casi 10 millones en el cono urbano, una red de transporte excelente (el bus cuesta apenas 70 centavos) y la modernización en los servicios, la ciudad procura mantener su patrimonio cultural y adaptarse a la contemporaneidad.
“Es una ciudad enorme y hay mucho por hacer” – me confiesa un asistente de la Muncipalidad de Buenos Aires, que prefiere no ser identificado y que agrega: “Sabemos del reto y también de la necesidad de mayor limpieza y seguridad, pero hemos reciclado los barrios del Sur, ampliado la via de buses en la gran avenida 9 de Julio, el Corazón de Buenos Aires, y continuamos organizando las centrales de trenes y los parques que estaban siendo saqueados”.
Es verdad, es una mega-ciudad comparable a New York. El tango habla de cien barrios porteños. No son cien pero son muchos y diversos.
Partimos del más antiguo, el barrio de San Telmo-Montserrat, con sus calles empedradas, las farolas y los balcones con rejas. Se puede visitar el Museo Histórico junto al Parque Lezama, que tanto inspiro al escritor Ernesto Sábato y donde en algunas ocasiones me encontré con él. Amaba ese parque. A pocas cuadras está el Museo de Arte Moderno, una vieja fábrica reciclada, el Museo de la Ciudad y la Casa del poeta Esteban de Luca; continuando esta La Manzana de la Luces, un sector edilicio del siglo XVII, donde funcionó el primer Congreso y la primera Universidad. Luego encontramos la bella iglesia de San Ignacio y la Iglesia de Santo Domingo donde está el sepulcro de Manuel Belgrano, creador de la bandera argentina. San Telmo es ideal para escuchar y ver bailar tangos, visitar los anticuarios y cenar con amigos.
Otro recorrido histórico es la Plaza de Mayo, ejemplo de las plazas españolas, presidida por la Casa de Gobierno o Casa Rosada, con un interesante museo de Presidentes y el reciente Museo de la Aduana y en ángulo el Cabildo Colonial, hoy museo y sitio donde se dio el primer grito de independencia en 1810. A un costado, la Catedral metropolitana de estilo neoclásico, donde descansa el general San Martín y se engalana con el privilegio del Papa Argentino, Francisco Bergoglio.
De la Plaza de Mayo, donde siempre hay manifestaciones, parten varias avenidas, la Avenida de Mayo nos conduce al Congreso de la Nación, majestuoso edificio finisecular. Otra avenida nos lleva al Obelisco, emblema de los argentinos y de la Calle Corrientes, calle de teatros, librerías y bares. La actividad teatral de Buenos Aires es muy intensa, los argentinos aman el teatro, el cine, el tango y el fútbol. De eso no cabe duda!
A mi personalmente, por mis raíces italianas me gusta el Teatro Colón, uno de los teatros líricos más bellos del mundo, encomendado por la comunidad italiana y que es una verdadera ciudad artística, por donde pasaron las voces y los directores más importantes del mundo.
Estatua en la Recoleta de los escritores Jorge luis Borges y Adolfo Bioy CasaresBuenos Aires invita a caminarla, un barrio que está muy de moda es La Recoleta, con la bella iglesia del Pilar, el Centro Cultural Recoleta, antiguo convento de los monjes recoletos y el cementerio de La recoleta donde está enterrada Eva Perón. A pocas cuadras se encuentra el Museo Nacional de Bellas Artes, con una completa colección de obras de artistas argentinos.
El arquitecto Suárez me comentaba que el reciclaje de Puerto Madero ha dado una nueva perspectiva a la ciudad. Se restauraron 16 galpones, donde actualmente, hay restaurantes, negocios y funciona la Universidad Católica. En la otra orilla del canal fluvial se ha construido un centro de grandes rascacielos que miran al río y entre los proyectos está recuperar toda esa zona del río llegando a la Boca. La Boca, fue un tradicional barrio de inmigrantes italianos y hoy es un paseo muy típico. En la otra punta de la ciudad, en el barrio del Abasto, se encontrarán con grandes centros comerciales y la casa del famoso cantor de tangos Carlitos Gardel, el morocho del Abasto.
Para los amantes del Río de la Plata, recomiendo el tren de la Costa, que para en diferentes lugares, hasta llegar al Tigre, donde estan los embarcaderos con lanchas que recorren el bello delta, y sus islas. Sentirá la brisa del rio color de león, los mercados de frutas y los recuerdos del poeta nicaragüense Rubén Dario. quien vivió en estos parajes.
Para los que aman el campo les invito a tomar los tours de estancias argentinas, visitando San Antonio de Areco, lugar que inspiró a Ricardo Guiraldes para escribir su novela: Don Segundo Sombra. Participará de fiestas campestres, con desfiles de gauchos, asados y mateadas, con el famoso mate, bebida autóctona a base de yerba mate y agua, que tomamos para descansar y conversar entre amigos.
A mi también se me hace cuento que empezó Buenos Aires, es mi ciudad y es tan bella y eterna como el recuerdo y el amor al terruño, es un compas de bandoneón en el corazón… Buenos Aires, la reina del Plata… cuando yo te vuelva a ver….
Informaciones utiles:
- Visas en los Consulados Argentinos.
- Centro de información turística Av. Santa Fé 883
- www.turismo.buenosaires.gob.ar/es
Adriana Bianco siempre tan acertada, sensible y grata de leer.