Greenpeace ha presentado a bordo del Rainbow Warrior su informe Petróleo NO, ni aquí ni en el Ártico. La dependencia energética de los combustibles fósiles tiene solución donde analiza los peligros y consecuencias de los proyectos de extracción de petróleo en Baleares, Canarias, mar de Alborán y golfo de Valencia y sus alternativas.
La organización concluye que no existe ninguna forma segura de extraer petróleo en aguas profundas y que conlleva graves consecuencias en sectores como el turismo y la pesca, y pide un modelo energético 100% renovable.
Junto con representantes de Canarias, Baleares y Valencia, ha mostrado su rechazo a un plan que pone en peligro al organismo vivo más grande del mundo (la pradera de Posidonia oceanica), a más de 19.000 especies de fauna y flora, afecta a parques naturales y espacios protegidos y amenaza a ballenas, delfines, atún rojo y tortugas, entre otros. Un proyecto peligroso e innecesario medioambiental, económica y energéticamente hablando.
Greenpeace, Alianza Mar Blava, la Oficina de Acción global del Cabildo de Lanzarote/Save Canarias y Petroli no-Columbretes Netes han lanzado el mensaje de NO a las prospecciones y sí a un modelo 100% renovable. Greenpeace destaca que, según los datos de la propia industria del petróleo, los yacimientos del golfo de Valencia, delta del Ebro y golfo de León encontrarían, como mucho, 272 millones de barriles de crudo. Si España consume 1,5 millones al día, la destrucción ambiental de esta valiosa zona, serviría tan solo para extraer el equivalente a medio año de suministro como máximo.
«Todavía tenemos tiempo de parar este sin sentido. Aún es posible que el rechazo social masivo en contra de las prospecciones haga que el Gobierno entre en razón y se replantee estos peligrosos e innecesarios proyectos. Ahora más que nunca es el momento de unirnos para hacer frente a esta amenaza que, de cumplirse, cambiaría sustancialmente la economía y las costumbres de las zonas afectadas«, ha señalado Albert Fernández de Petroli no-Columbretes netes (Valencia).
Greenpeace recuerda que España depende en más de un 50% del petróleo y sus derivados para satisfacer sus necesidades energéticas. La quema de combustibles fósiles es la principal causa del cambio climático. Según los expertos de Naciones Unidas, para evitar los peores impactos del cambio climático hay que mantener el aumento de la temperatura por debajo de los 2 grados cenígrados y para ello al menos dos tercios de las reservas de combustibles fósiles que están en el subsuelo deberían permanecer sin explotar.
La organización ecologista denuncia que las mismas empresas que quieren extraer petróleo en España lo quieren hacer en el Ártico. Porque el verdadero problema detrás de estas prospecciones es la dependencia de los combustibles fósiles, que son los principales causantes del cambio climático. La verdadera solución para cortar esta dependencia es la eficiencia energética y las energías renovables.
«El Gobierno tiene que parar los proyectos de extracción de petróleo y apostar por un modelo energético 100% renovable», ha declarado Julio Barea de Greenpeace. «Exigimos que las prospecciones se paralicen. La reciente autorización de sondeos en Canarias ha sido un jarro de agua fría, pero también nos sirve para seguir adelante y no rendirnos», concluye Barea.
Las organizaciones reiteran que no existe ninguna forma segura de extraer petróleo en aguas profundas. Las explotaciones petrolíferas implican un grave riesgo de vertido. Existen casos que ponen en evidencia este riesgo, como el del golfo de México y la plataforma Deepwater Horizon en 2010, cuya limpieza costó 12.000 millones de dólares.
La verdadera solución a la dependencia de los combustibles fósiles, caros y contaminantes, es la eficiencia energética y las energías renovables. De hecho, los europeos podrían ahorrar 200.000 millones de euros al año solo con la implementación de medidas de eficiencia energética. El potencial de las energías limpias en España es enorme, existen recursos renovables suficientes para abastecer diez veces la demanda energética del país en 2050.
Por otro lado, Greenpeace ya ha demostrado que un modelo que satisfaga exclusivamente con renovables todas las necesidades de energía en todos los sectores, es técnica y económicamente posible para 2050. Con la integración de todos los sectores y la electrificación del sistema energético se podría reducir de forma muy importante la demanda de energía final y optimizar la generación con las energías limpias.
Los peligros de las prospecciones
No existe ninguna forma segura de extraer petróleo en aguas profundas. Este tipo de pozos suponen enormes riesgos de vertidos, incendios y contaminación. Aunque los impactos no se limitan a la fase de extracción del crudo, las diferentes etapas de la investigación en la búsqueda de hidrocarburos en el mar producen unos impactos ambientales diferentes desde la contaminación acústica que afecta gravemente a los mamíferos marinos hasta las mareas negras en el litoral. Aunque sin duda la fase más peligrosa es la de extracción del crudo, debido al riesgo continuo de vertidos significativos y de la contaminación sistemática por hidrocarburos en las zonas limítrofes.
El pasado 29 de mayo de 2014, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente concedía el permiso a Repsol para empezar la búsqueda de petróleo al este de Fuerteventura y Lanzarote, en un acto administrativo injustificable, y que tiene una gran contestación social con cientos de miles de personas que han mostrado su rechazo en la calle repetidamente, la última vez el pasado sábado, y que lleva recogidas casi 200.000 firmas.
«La decisión del Gobierno nos produce mucha tristeza e indignación. Es una prueba fehaciente de que se están defendiendo los intereses de una multinacional frente a los de la ciudadanía«, ha asegurado Ezequiel Navío de la oficina de Acción Global contra las prospecciones petrolíferas en Canarias. «Además, en caso de un vertido de crudo, estaríamos no solo ante una catástrofe medioambiental sino igualmente ante un desastre con consecuencias humanitarias».
El siguiente proceso más avanzado administrativamente son los planes de sondeo sísmico para la búsqueda de gas y petróleo en las islas Baleares y el golfo de Valencia, que están pendientes de autorizaciones ambientales por el mismo organismo que ha dado luz verde a las prospecciones en Canarias.
«Hemos percibido la reciente autorización de sondeos en Canarias como un aviso a navegantes por lo que vamos a intensificar nuestros esfuerzos hasta lograr una DIA (Declaración de Impacto Ambiental) negativa o que se revoquen los permisos«, ha explicado Carlos Bravo de Alianza Mar Blava de Baleares. «Consideramos que es muy importante hacer un frente común contra las protecciones petrolíferas en el mar para hacer más fuerza y hacer entender al Gobierno central que es un despropósito poner en riesgo el medio ambiente y la base económica de las zonas amenazadas por estos proyectos innecesarios», ha añadido.
Prospecciones NO en Valencia, Ibiza, Mallorca y Canarias
Durante dos días, el barco permanecerá en Valencia y después proseguirá su ruta hacia Ibiza donde llegará el día 11, acompañado por una flotilla de bienvenida a la que se sumarán las embarcaciones que lo deseen. El Rainbow concluirá su visita en Mallorca los días 14 y 15. Días después, la organización llevará a cabo diversas actividades en Canarias (que por cuestiones logísticas serán sin presencia del barco) durante la semana del 23 al 29 de junio para mostrar el firme apoyo de Greenpeace a los ciudadanos de este archipiélago.
Enlace:
Campaña: Prospecciones NO en Valencia, Ibiza, Mallorca y Canarias