El pueblo warao, “Pueblo de Agua” o también, “Gente de Agua” (porque casi todas, si no todas las denominaciones de los pueblos originarios de Venezuela se traducen en gente: warao, karibe, jivi, wayuu, kariña, significa que son gente) es un pueblo con una rica memoria, porque olvida.
Emonikitane es un término para frasear consuelo, es una expresión que recomienda: perdona, olvida: no te aferres a lo incierto, no te arraigues donde no hay sostén, deja que vuele como gavilán libre quien deba hacerlo y anide como pelícano quien te quiera.
El warao es un pueblo que cree que la mayoría de las cosas que nos pasan se deben olvidar pero no por falta de recuerdo, falta de memoria: olvidar porque no tiene sentido perder la vida en mantener enhiesto el rencor. Olvidar para poder continuar luchando, para seguir amando, para poder recordar sin duelo, sin odio.
El warao es un pueblo que anda descalzo: pies achatados y dedos abiertos porque no teme, porque los pasos le llevan por tinglados de madera que se ha vuelto salobre por el transcurrir de las lágrimas y la saliva. Vuelta semen, digamos.
Es un pueblo que anda con el pecho al aire porque no se avergüenza de sí; porque le basta un collar para sentirse protegido; porque no tiene un cáncer social que le desfigure.
El warao, la gente, no tiene artimañas. Es y se demuestra pese al olvido al que le mantiene sometido la sociedad que se llama civilizada. Pedacito de gente, flota de buen agüero, talismán o conjuro: no me perdones si te olvido.
Emonikitane. Prueba a perdonar primero y averiguar después. No necesites la fe de errata, el derecho a réplica, el lo siento mascullado. No pidas qué hiciste, dónde estuviste, por quién votaste, con quién estás, por qué lo hiciste. No necesites siempre ni nunca esconderte en sábanas de mentiras.
El pueblo warao, “Pueblo de Agua” o, también, “Gente de Agua”, nos dice al oído: ¡Emonikitane! Jamás debemos olvidar la enseñanza de quien nos orienta a perdonar. A entender que somos un corazón compartido: estando en el lado izquierdo necesitamos al oriental para latir, para vivir.
Precioso, olvidar el rencor y andar descalzo, seguro que es un pueblo bello y hermoso
Que lindo Ile ser warao, tú los conoces, aún son inocentos como eran antes de que llegaran los colonizadores? Ah, mundo como poder decir o que me dijeran emonokitane y zas! borrar los recuerdos que hacen daño. Te quedo bello lo escrito. como siempre. abrazos.
«Es un pueblo que anda con el pecho al aire porque no se avergüenza de sí; » q bello esto, Ile hermoso esto de verdad…