El 30 de julio de 2014 se celebraba por primera vez el Día Mundial contra al Trata de Personas, un evento establecido por la Organización de las Naciones Unidas. La mayoría de los medios de comunicación de todos los países se apresuraron a informar de ello… y hasta la siguiente noticia.
El Día Mundial contra la Trata tiene que ser todos los días, porque diariamente están sucediendo episodios en el mundo y hay que visibilizarlo, denunciarlo. De acuerdo con la ONU, se estima que 2,5 millones de personas están atrapadas en las redes de la esclavitud moderna. Hombres, mujeres, niñas y niños caen en manos de traficantes tanto en su propio país como en el extranjero. Todos los países están afectados por la trata de personas, ya sea como país de origen, tránsito o destino de las víctimas.
En México, por ejemplo, la trata de mujeres para la explotación sexual es un grave problema (aunque no es la única forma de trata) y constituye una de las redes más amplias dentro de este delito, afectando principalmente a mujeres y niñas cada vez de menor edad. Las más vulnerables son las migrantes e indígenas. Estas últimas, además, soportan los mayores índices de pobreza y marginación.
Se calcula que el 70 % de las mujeres víctimas de trata son obligadas a trabajar dentro de México y que el 30 % restante son llevadas fuera de la frontera. En el país hay seis polos centrales de trata: Cancún, Acapulco, Ciudad de México, Ciudad Juárez, Tijuana y Monterrey. Las mujeres víctimas de trata son una población oculta, vulnerable y clandestina. Es decir, no existe información “confiable”, por lo cual es difícil contar con datos como base de inicio. Sin embargo, sí se sabe que Monterrey, la capital del Estado de Nuevo León, noreste de México, es la ciudad más creciente en trata de mujeres en México. Cada mes llegan entre 300 y 400 mujeres a esta ciudad: el 50 % se quedan en allí, y el resto son llevadas o otras ciudades mexicanas y a Estados Unidos.
Según el investigador de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) Arun Kumar Acharya, especializado en este tema, es necesario tener presente algunas cuestiones cuando se habla y, en especial, cuando se escribe de este tema:
- Ya no se usan los términos de “trata de blancas” y “sexo servicios”.
- No es lo mismo la trata de personas que la explotación de personas.
- No es lo mismo la explotación sexual que la trata de personas para explotación sexual.
- La trata para fines de explotación sexual crea el comercio sexual y en este comercio están la mayoría de las víctimas de trata de personas.
- El trabajo sexual no es lo mismo que la prostitución: el trabajo sexual es voluntario y consciente, la prostitución es forzado.
- En el tema de trata de personas existe el trabajo forzado.
- Existe la trata para trabajo forzado y tráfico de órganos.