En lo que ha calificado como «el naufragio más grave de los últimos años en el Mediterráneo», la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) ha denunciado el 15 de septiembre de 2014 la desaparición de cerca de 500 migrantes en una colisión que se ha producido frente a las costas de Malta, informa la publicación digital aufait.com. “La lista de dramas –dice- no cesa de alargarse”.
Según la marina maltesa, los protagonistas de la colisión, que tuvo lugar el miércoles 10 de septiembre, habrían sido una embarcación que transportaba entre 300 y 400 migrantes y otra con una treintena de personas a bordo que había empezado a hacer agua e intentó forzar al otro a pararse, para recoger a sus viajeros, en una maniobra que provocó el naufragio de ambos en aguas internacionales, a 300 millas náuticas al sudeste de Malta.
Al parecer, los hechos se conocieron 36 horas más tarde cuando un portacontenedores panameño recogió a dos náufragos, cuyos testimonios ha recogido la OIM. Se trata de dos jóvenes palestinos de la franja de Gaza que han contado que salieron el 6 de septiembre del puerto de Damiette, en Egipto, junto con unas 500 personas más procedentes de Siria, Palestina, Egipto y Sudán, entre las que había familias con niños y también menores que viajaban solos. Otras siete personas, inconscientes o en estado de hipotermia, han sido trasladadas en helicóptero a un hospital de Creta.
Los dos palestinos han contado que durante la travesía les obligaron varias veces a cambiar de embarcación y que la última vez los pasajeros se negaron a saltar a una que les parecía demasiado pequeña por lo que, para obligarles, los traficantes de personas organizadores del viaje les embistieron por la popa con el pequeño barco en que se viajaban ellos. Los supervivientes han contado también que otras siete personas que se agarraron con ellos a una boya, entre ellos un niño egipcio, habían muerto a causa del agotamiento.
Por su parte, la marina italiana declaró el lunes 15 que durante el fin de semana había prestado ayuda en el mar a 2380 personas. Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), desde el mes de junio han perdido la vida más de 2200 personas intentando franquear el Mediterráneo para llegar a Europa. Desde que empezó el año 2014, 130.000 personas han llegado clandestinamente por mar al Viejo Continente; de ellas, 118.000 a las costas italianas.