En las próximas semanas está prevista la celebración del juicio por la muerte, el 28 de marzo de 2014 en la cárcel de Nigrita, en el norte de Grecia, del detenido albanés Ilie Kareli. De momento, están imputados trece agentes de prisiones, acusados por la fiscalía de haberle torturado, dándole una paliza literalmente de muerte, versión corroborada por las imágenes de una cámara de videovigilancia de la prisión, así como el director del establecimiento penitenciario, por complicidad.
La vox populi griega asegura que muchos policías y funcionarios de prisiones son simpatizantes del partido de extrema derecha Amanecer Dorado, que hizo su entrada en el Parlamento en las últimas elecciones generales celebradas en el país.
Según la publicación digital Freedomnews.org, la paliza que le dieron a las pocas horas de su llegada al centro penitenciario causó en el detenido una insuficiencia cardiaca que finalmente le provocó la muerte, la pérdida de un ojo, quemaduras en las manos provocadas por electricidad, varias fracturas en el esternón, derrames en al planta de los pies y diversas contusiones en el resto del cuerpo.
Kareli, emigrante albanés de 42 años y preso común, fue trasladado a Nigrita tras haber apuñalado, y matado, a un guardián de la cárcel de Malandrino, en el centro del país, quien le había negado un permiso para visitar a su madre enferma.