Celebración en la 31ª Feria Internacional del libro en Miami
En el marco de la Feria Internacional del libro en Miami, donde se dan cita un conjunto de autores que representan nuestra sociedad multicultural, escritores de expresión inglesa, de origen africano, del Caribe, de Europa y de Latinoamérica, donde conviven escritores consagrados y emergentes, hay un espacio especial para rendirle tributo a los escritores desaparecidos que enriquecieron la literatura universal. No en vano la Feria Internacional del libros de Miami es la más grande de los Estados Unidos y las más amplia en contenidos, auspiciada y organizada por el Miami Dade College. Un orgullo cultural de la región.
Debido a la importante comunidad hispana, la literatura en español tiene su preponderancia, este año se contó con la presencia de Elena Poniatowska, Guillermo Martínez, Jorge Franco, Richard Blanco, Diana Chaviano, Andrés Oppenheimer, Roberto Ampuero, entre los escritores más destacados. El sector de los niños fue ampliado, con juegos, música y libros infantiles. Se incorporaron a la programación representaciones teatrales, fílmicas, exposiciones de arte y demostraciones gastronómicas auspiciadas por el Instituto Culinario de MDC, con importantes chefs.
“Es una feria muy activa y estoy muy contenta de incorporarme a MDCulture” confiesa la nueva directora de Asuntos Culturales del Miami Dade College, María Muñoz-Blanco.
Asimismo, se rindieron homenajes a escritores y libros hispanos, eventos coordinados por Sergio Andricain, director de la Fundación Cuatrogatos. Se recordó a Octavio Paz, Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Gastón Baquero y a María Zambrano.
Y entonces aparece Platero, el tierno burrito: “Platero es pequeño, peludo, suave, tan blando por fuera que se diría todo de algodón, que no lleva huesos”
Platero y yo, un bello libro donde el poeta español, Juan Ramón Jiménez (1881-1958), Premio Nobel de Literatura en 1956, inmortalizó la figura de este burrito, alter ego del poeta, y lo cristalizó en un libro editado en 1914, que cumple 100 años de su publicación. Para esta ocasión fue invitado Antonio Ramírez Almanza, director de la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón, en Moguer, provincia de Huelva, Andalucía, España. Junto con el poeta cubano Carlos Pintado y la profesora Daisy Valls, celebraron el centenario de la primera edición de Platero y yo, una creación literaria que cabalga entre lo narrativo y la poesía, el lirismo y el cuento, la magia y la filosofía, y que todos, alguna vez leímos y recordamos.
Se agolpan recuerdos de mis años infantiles; como actriz, tuve muchas ocasiones de interpretar poesías de Juan Ramón, de leer fragmentos de Platero y yo, y sentir la magia que se producía en el público. Aunque Platero no es un libro para niños, nos cautivaba. También tuve el privilegio de conversar en varias ocasiones con la poeta argentina Maria Elena Walsh, quien conoció a Jiménez cuando fue a Argentina y, según me contó, la impulsó a continuar su vocación literaria.
En esta celebración pudimos conversar con el profesor Antonio Ramírez Almanza, un gran conocedor de la obra del poeta español, y guardián de su Casa Museo:
“La casa donde el poeta vivió conserva muebles, recuerdos, documentos, manuscritos, fotos y además se encuentra el Centro de Estudios Juan-ramonianos, donde nos dedicamos a la investigación y estudio de su obra. Estamos enfocados en actividades y eventos que dimensionan la obra del poeta a nivel local e internacional”.
Cuando le pregunté sobre la proyección del poeta en los países latinoamericanos, contestó:
“Es muy conocido y muy leído en Centro América, México, Chile, en Cuba donde vivió y en Puerto Rico donde murió. En Argentina es donde mas se publicó Platero y yo. Los pueblos latinoamericanos conocen la obra de Juan Ramón porque Platero y yo, ha sido texto escolar y porque reune elementos estéticos y éticos, éticos por lo que comporta como obra de contenido moral, estéticos porque Platero introduce la lírica en la narrativa española, innova y cambia el discurso de la literatura.”
Siempre tuve una extraña asociación de Platero con el libro Animal de fondo, en ambos casos, Juan Ramón alude a un animal, el animal que llevamos dentro, lo instintivo, lo que nos une a la naturaleza de una manera definitoria. El profesor me comentó:
“Animal de fondo es una obra del último Juan Ramón, del período del exilio, un texto poético, alejado de Platero, obra de juventud, aunque podría haber una conexión. La obra Animal de fondo, nos remite al hombre, el animal que va adentro del propio hombre, ese sería el concepto, en el caso de Platero, es mas el vehículo que el poeta utiliza para hablar de su mundo y de los demás. Nunca había pensado en esos puntos de conexión pero la obra de Juan Ramón tiene muchas lecturas.” Muchas lecturas y varias etapas, la del exilio nos conmueve especialmente porque Juan Ramón, vivió en Estados Unidos. Estuvo en New York, Washington, Maryland, para recalar en el condado de Miami, en Coral Gables, donde se puede seguir la ruta ramoniana por las calles arboladas, ver la casa que habitó y la arquitectura que le recordaba su Moguer natal. De ese tiempo son los Romances de Coral Gables, ungidos de nostalgia y sol tropical.
Para el profesor Almanza, Juan Ramón sigue siendo leído tanto en los países hispanohablantes como en Estados Unidos, donde la mayoría de la universidades tiene especialistas en Literatura Hispánica que trabajan en la obra del poeta:
“El legado del poeta andaluz ha sido fundamental por la capacidad innovadora de modificar el texto y el contexto de la lengua, en el marco de la lírica. Primero, en Platero y yo, en cuanto a la prosa poética y luego, en Diario de un poeta recien casado, paradigma que marca un antes y un después en la escritura de la poesía española, y finalmente, la transformación de la poética en su último poema Espacio, que justamente lo comenzó en Coral Gables. Juan Ramón transforma el discurso literario y su obra pasa por varios registros: del modernismo al simbolismo, hasta convertirse en Juan Ramón, su propio estilo, de ahí su influencia en las generaciones siguientes.”
Platero camina por las calles de Miami, y la obra de Juan Ramón no necesitó de mercadeo para llegar a nuestros corazones, porque es una literatura que representa los valores humanísticos y profundos del hombre, en un español vivo y creativo, que trasciende el tiempo.
[…] Fuente: periodistas-es.com + info […]