Birdman es una comedia negra que te tiene en vilo desde el sorpresivo inicio hasta el esplendente final. Su protagonista tiene la virtud de hablar solo, como quien espera hablar a Dios un día, y no duda en enseñar su yo más feo, aún a riesgo de que no pueda serle perdonado. Tal es su afán de verdad y en eso es un maestro.
Con escenas en blanco y negro -que remiten a un pasado de éxitos- que se entremezclan con otras en color -referentes a la etapa actual-, Birdman cuenta la historia de un actor (Michael Keaton, famoso por dar vida anteriormente a un emblemático superhéroe de gran éxito televisivo) que lucha por montar una obra de teatro en Broadway. En los días que preceden a la noche del estreno, el actor se enzarza en una batalla con su ego, tratando de recuperar a su familia, su carrera y a sí mismo, para lo cual transgrede todos los códigos y pone en riesgo su vida. En Birdman se da una identificación tal del Teatro con la vida que ésta se pone en juego para salvar al personaje y éste corre el riesgo de perderla.
Debe ser muy fuerte la puja por triunfar en Broadway (Balas sobre Broadway) para que alguien, un gran actor ya consagrado como es el caso, un actor al que la gente para por la calle y arma un tumulto por su autógrafo, no dude en tirar por la ventana todo cuanto tiene (fortuna, pareja, integridad fíisica y psíquica) con tal que su personaje alcance hondura y profundidad trágicas y así triunfe, transmita, convenza, se haga más y más auténtico a fuerza de llegar hasta el fondo. Sólo así podrá recuperar lo que ama.
Pero para ello, antes que al público debe convencerse a sí mismo, he ahí el reto más duro que convertirá los ensayos en un infierno (y las bambalinas en un circo) y hará del visionado de la película un carrusel de emociones.
El hecho de que Birdman haya obtenido 2 Globos de Oro: uno al mejor guión para González Iñárritu, director a su vez de la cinta, y otro para Michael Keaton al mejor actor de comedia (hay quienes peraba muchos más: maquillaje, caracterización, sin ir más lejos) puede significar que la compasión se ha vuelto a poner de moda:
Michael Keaton ofrece en Birdman una imagen tan patética y triste del actor y de su acabamiento (físico y psíquico), una bajada a los infiernos tan desolada y sin retorno en la búsqueda de la verdad personal y escénica, que sólo puede inducir a compasión hacia él y hacia uno mismo. El mexicano González Iñárritu, director y autor del guión ganador, ha sabido darle la vuelta al ego de su protagonista y ponerlo boca abajo frente a ese reto de estrenar en Broadway. Sólo así ha logrado convertir esta obra de arte, toda miseria moral que va pareja a la decrepitud física, en algo que perdura en nosotros después de ver el film.
Además del propio Michael Keaton, el reparto de Birdman está formado por Emma Stone, Edward Norton, Andrea Riseborough, Zach Galifianakis, Naomi Watts y Amy Ryan.
Antes de los globos de oro, Birdman había ganado el Premio Gotham a la Mejor Película y al Mejor Actor.