Amnistía Internacional ha difundido imágenes de satélite como pruebas indiscutibles y estremecedoras de la escala del ataque cometido la semana pasada por combatientes de Boko Haram contra las localidades de Baga y Doron Baga, en Nigeria.
Las imágenes de antes y después de dos localidades vecinas, Baga (a 160 kilómetros de Maiduguri) y Doron Baga (conocida también como Doro Gowon, a 2,5 km de Baga), tomadas el 2 y el 7 de enero, muestran el efecto devastador de los ataques, que dejaron más de 3.700 estructuras dañadas o totalmente destruidas. Otras localidades y pueblos vecinos fueron también atacados durante este periodo.
“Estas detalladas imágenes muestran una devastación de proporciones catastróficas en dos localidades, una de las cuales casi fue borrada del mapa en cuatro días”, dijo Daniel Eyre, investigador sobre Nigeria de Amnistía Internacional.
“De todos los ataques de Boko Haram analizados por Amnistía Internacional, este es el mayor y el más destructivo. Representa un ataque deliberado contra la población civil, cuyas casas, consultorios y escuelas son ahora ruinas incendiadas.”
El análisis muestra sólo dos de las muchas ciudades y pueblos que cayeron víctimas de una serie de ataques de Boko Haram que empezaron el 3 de enero de 2015.
En Baga, ciudad densamente poblada de menos de dos kilómetros cuadrados de superficie, aproximadamente 620 estructuras resultaron dañadas o totalmente destruidas por el fuego.
En Doron Baga, más de 3100 estructuras resultaron dañadas o destruidas por el fuego que afectó a la mayor parte de la ciudad de 4 kilómetros cuadrados. Muchas de las barcas de pesca de madera que había en la costa, visibles en las imágenes tomadas el 2 de enero, ya no están en las del 7 de enero, lo que concuerda con los testimonios de testigos presenciales de que los residentes desesperados huyeron en barco por el lago Chad.
Miles de personas han huido de la violencia al otro lado de la frontera, a Chad, y a otras partes de Nigeria, como Maiduguri, capital del estado de Borno. Estas personas se suman a los cientos de miles de desplazados internos y refugiados que ya han puesto a prueba la capacidad de las comunidades anfitrionas y las autoridades del gobierno. Amnistía Internacional pide a los gobiernos de Nigeria y Chad que garanticen que estas personas desplazadas reciben protección y que se les presta la asistencia humanitaria adecuada.
La destrucción que muestran estas imágenes concuerda con los terribles testimonios que ha recogido Amnistía Internacional. Las entrevistas con testigos presenciales, así como con autoridades locales y activistas locales de derechos humanos, sugieren que los combatientes de Boko Haram han matado a tiros a cientos de civiles.
Un hombre de unos cincuenta años contó a Amnistía Internacional lo que pasó en Baga durante el ataque: “Mataron a muchas personas. Vi tal vez a unos 100 asesinados en ese momento en Baga. Corrí al bosque. Mientras nosotros corríamos, ellos disparaban y mataban”. Se escondió en el bosque y fue encontrado más tarde por combatientes de Boko Haram, que lo tuvieron detenido en Doron Baga cuatro días.
Quienes huyeron dicen que vieron muchos más cadáveres en el bosque. “No sé cuántos, pero había cuerpos por donde mirásemos”, dijo una mujer a Amnistía Internacional.
Otro testigo contó que Boko Haram disparaba indiscriminadamente y mató incluso a niños pequeños y a una mujer que estaba de parto: “Estaba fuera la mitad del bebé y ella murió así”, dijo.
Los combatientes de Boko Haram han atacado en reiteradas ocasiones a comunidades por considerar que colaboraban con las fuerzas de seguridad. Las ciudades que crearon las milicias conocidas como Fuerza Especial Conjunta Civil han sufrido ataques especialmente brutales. Estas milicias eran activas en Baga y un alto mando militar confirmó a Amnistía Internacional confidencialmente que a veces el ejército llevaba a miembros de estos grupos en operaciones para atacar posiciones de Boko Haram. Un testigo dijo a Amnistía Internacional que durante el ataque a Baga oyó a combatientes de Boko Haram decir que buscaban a miembros de estas milicias mientras iban casa por casa disparando contra los hombres en edad de combatir.
Tras el ataque contra Baga, los testigos dijeron que Boko Haram se dirigió al bosque y acorraló a mujeres, niños y ancianos que habían escapado. Según una mujer que estuvo detenida cuatro días, “Boko Haram se llevó a unas 300 mujeres y nos tuvo en una escuela de Baga. Liberaron a las de más edad, a las madres y a la mayoría de los niños cuatro días después, pero aún tienen a las más jóvenes.”
“Hasta ahora, el aislamiento de Baga, junto con el hecho de que Boko Haram sigue controlando la zona, ha hecho muy difícil verificar lo que ha sucedido allí. Los residentes no han podido volver para enterrar a los muertos, no digamos contarlos. Pero estas imágenes de satélite y los gráficos testimonios están permitiendo ver con más claridad el panorama de lo que probablemente ha sido el ataque más mortífero de Boko Haram”, dijo Daniel Eyre.
“Esta semana, el director del Departamento de Información de Defensa de Nigeria declaró que el número de personas asesinadas en Baga, incluidos combatientes de Boko Haram, ‘no supera hasta ahora unas 150’. Estas imágenes, junto con las historias de quienes sobrevivieron al ataque, indican que el número de muertos podría ser muy superior a esa cifra.”
Boko Haram es una monstruosa combinación de Al Qaeda y el Estado islámico, en opinión de gran parte de los analistas internacionales. Mathieu Guidère, islamólogo y profesor universitario, autor de libros sobre el mundo aárbe y musulmán, resume: “La zona está sometida a un “apagón” informativo, los testimonios directos son muy escasos y contradictorios, y las cifras varían según las fuentes. Lo que sí se sabe es que Boko Haram prosigue con su estrategia de expansión territorial y de masacres, a veces en varias ciudades al mismo tiempo”.
En declaraciones al canal MYTF1News, este especialista ha asegurado que el grupo terrorista se financia “extorsionando a la población local del nordeste de Nigeria, que no tiene más elección que colaborar o morir atrapada, como está, entre el ejército y la secta yihadista, que además controla distintos tráficos en el territorio, exactamente igual que hace el Estado Islámico en Siria e Irak”.