Hemingway, el legendario escritor norteamericano, vive en el bello pueblo de Key West, en Florida. Sorprende encontrarse con tantos señores semejantes al escritor, uno cree estar viendo fantasmas pero en realidad es parte del Concurso de personas parecidas al escritor Ernest Hemingway, quien vivió y escribió en este lugar. Este evento se celebra en homenaje al autor durante el mes de julio, recordando su natalicio el 21 y su suicido el 2 de julio de 1961.
Casa de Ernest Hemingway en Key West, Florida, EEUU
Durante el siglo XX muchos escritores y artistas vacacionaron en este paraíso tropical: Key West, la última isla del eslabón de cayos marinos del sur de la Florida, en Estados Unidos, compuesto por: cayo Largo, Islamorada, Marathon y Key West, que da nombre al conjunto y que es un centro turístico internacional.
En la década del 30, el escritor John Dos Passos invitó a su amigo Hemingway y éste se enamoró del lugar, tuvo su casa y vivió con su segunda esposa, Paulina Pfeiffer, hasta 1939. La casa hoy es museo y para hacer la ruta de Hemingway en Key West, se puede seguir el trayecto en auto desde Miami. La carretera bordea el océano, atraviesa puentes y es un verdadero paseo, recorriendo pequeños pueblos, parques nacionales y lugares de pesca y buceo, siempre con el mar de compañia.
Al llegar a Key West encanta la arquitectura tradicional muy bien conservada porque muchas casas son patrimonio histórico. El nombre de Key West proviene de “cayo hueso”, segun algunos datos, ya que los españoles cuando conquistaron la región encontraron huesos y esqueletos en las playas. En 1821 los cayos fueron adquiridos a España por los Estados Unidos. Durante el siglo XVIII y XIX fue un gran centro de rescate y salvamento de navíos, azotados por los huracanes típicos del clima tropical. A pocas millas de Cuba, a fines del siglo XIX, se convierte en punto estratégico cuando los conflictos bélicos entre Cuba, España y Estados Unidos. En 1849 se construye un faro, que hoy se puede visitar y se encuentra enfrente a la casa de Hemingway. A fines del siglo XIX la isla era un puerto de pescadores dedicados a la pesca de la esponja. El poeta y financiero Wallece Stevens desarrolló el lugar y protegió la bella arquitectura, lo mismo hizo el poeta y hombre de negocios Robert Frost, su Cottage Frost fue punto de reunión de artistas y famosos de principio del siglo XX. Hasta la llegada de Hemingway que inmortalizó el lugar.
El centro de la isla se puede recorrer a pie, con bicicleta o en un simpático trencito, recorriendo el puerto de cruceros, el puerto de pesca; pasando por el Boulevard Duval, la calle principal, con bellas boutiques, restaurants, bares como el Sloppy Joe, muy frecuentado por el escritor. Asimismo, se encuentra el Instituto San Carlos, antigua opera donde cantó Enrique Carusso, hoy, Centro de Herencia Cubano-Americano, desde sus balcones el poeta y héroe José Marti arengó por la libertad de Cuba.
Entre las casas famosas esta la Casa Audubon, museo del reconocido naturalista y artista que hizo numerosos dibujos sobre la flora y fauna del lugar. El Museo Wrecker, casa del Capitán Watlington, museo náutico, con documentos de los numerosos salvamentos. Y hablando de barcos hundidos, no se pueden perder el Museo y Sociedad de Herencia Marítima Mel Fisher donde se aprecia la labor de investigación y buceo para rescatar los antiguos galeones españoles Nuestra Señora de Atocha y Santa Margarita que zozobraron en 1622, con un importante cargamento de oro y plata, un verdadero tesoro, expuesto ante nuestros ojos.
Siguiendo el recorrido encontramos la casa del presidente Harry Truman, sitio histórico donde se alojaron, ademas de Truman, Eisenhower y Kennedy. El trencito llega hasta a la punta de la isla donde hay un mojón que indica la proximidad con Cuba (90 millas), en días claros se divisa la isla.
A pocas cuadras esta la casa de nuestro escritor, en la calle 907 Whitehead. Es una bella mansión estilo colonial floridano, rodeada de un parque y una piscina. En el camino se cruzan algunos gatos que eran adoración del escritor, hay más de 20, según me explica una de las guías.
A la muerte del escritor, la Fundación, que se creó por deseo de su última mujer (tuvo cuatro esposas), la casa se convertió en museo. Recorro la gran sala, observo recuerdos del autor, cuadros de amigos, unas cerámicas que Picasso le regalara, y por supuesto la colección de sus libros, traducidos a muchas lenguas: “El Viejo y el mar”, novela inspirada en un pescador cubano que solía pescar con Hemingway, aunque fue escrita posteriormente y editada en 1952, tambien hay versiones de “Fiesta” escrita en París, donde bautiza con el nombre de Generación Perdida a la generación de postguerra. Otros libros: “Adios a las Armas”, “Tener o no tener”, “Las verdes colinas de África” que fue terminada en Key West alrededor de 1937; numerosos artículos, ya que fue periodista y corresponsal de Guerra, varias fotos cazando, boxeando, en muchos de sus viajes, con su típica barba al final de sus días.
En un anexo, subiendo una escalera se llega al estudio-biblioteca, donde esta su mesa y la pequeña máquina de escribir, y sus premios: Premio Pulitzer en 1953, Premio Nobel en 1954, Cruz del Mérito de Italia y otros. Por las ventanas se ve la piscina y la foresta tropical. Un ambiente ideal para crear.
Su escritura proponía la Teoria Iceberg, dejaba flotar los hechos sobre el agua mientras otros aspectos quedaban ocultos, otro recurso es la manera de trabajar la narración como secuencia fílmica, cortando las escenas, con abundante uso del polisíndeton, imágenes como fotográficas instantáneas y una rudeza lingüística que busca noquear al lector. Su estilo influyó en la literatura mundial y en varias generaciones de escritores.
Ernest Hemingway es un mito vivo y eterno. Su vida intensa de amores y viajes, de compromisos políticos, de fiestas y borracheras, de acción y accidentes lo transforman en una leyenda.
Su imagen de hombres que se le parecen, vaga por Key West, como vive en sus libros y en el sentir del pueblo Americano. Recorrer este paraje lleno de atracciones y belleza natural, nos trae la esencia de su obra que tanto elogió la vida, el amor y la muerte.