La otra cara de la moneda.
A la hora de fabricar las monedas, las autoridades emisoras del tal y tal…, elijen los distintivos y leyendas con las que circularán por las manos de unos más que de otros, aunque los primeros prefieran la finura y limpieza de los billetes.
Teniendo claro que el dinero no debe sufrir bajo ningún concepto, y que si las cosas van mal, la culpa es de quienes siguen respirando y no pagan por ello, con toda probabilidad cuando se produzca la asfixia, pueden llegar a decir que por naturaleza en este mundo no cabemos tod@s.
Y fundamentalmente debemos darnos por content@s, porque nos hacen llegar monedas que nos recuerdan lo bien que se vive de la verdad en este mundo y cada día más y sobre todo mejor.
¡Muchas gracias!