Más que recomendada para todos cuantos quieran reafirmarse en lo absurda que puede llegar a ser una guerra, y mucho más allá lo absurdo de una guerra civil, donde en un altísimo porcentaje de casos la gente no decide y combate “en el lado que le ha tocado”, la película La mula, que se estrena en las pantallas españolas el 10 de mayo de 2013, está basada en la novela del mismo nombre del profesor granadino Juan Eslava Galán (Premio Planeta 1987 por En busca del Unicornio) y es la historia real de la guerra que vivió el padre del autor, Juan Eslava Castro, “acemilero” en las trincheras andaluzas durante la contienda 1936-1939.
Tras un enfrentamiento que deja varios muertos desperdigados por un paraje de secano y matojos, el cabo “nacional” Juan Castro se agencia una mula blanca, que había pertenecido a un “rojo” de los que se han quedado en la refriega. Mulero de profesión en el cortijo de Jaén, donde su familia trabaja para el propietario marqués, al cabo Castro le importa mucho más su mula Valentina que el resultado de la guerra en que se ha visto envuelto, y donde nunca querría haber estado. En una ocasión que la mula ha quedado “al otro lado”, el cabo castro sale a buscarla y se ve envuelto en un hilarante episodio que, muy en contra de su voluntad, le va a convertir en héroe de guerra gracias a la crónica del ABC, donde aparecen su nombre y sus supuestas hazañas. “A través de la figura de Juan Castro, más preocupado por sus avances en el terreno amoroso que por la progresión del enemigo, se nos ofrece una visión insólita de la guerra civil: antiheróica, pícara y tierna a la vez”.
Con un espléndido guión, escrito por el propio Eslava Galán y un Anónimo –lo que provoca las carcajadas de los espectadores al leerlo así en los créditos finales- e interpretada por un brillante y sobrio Mario Casas (Premio de Interpretación Masculina en el reciente Festival de Málaga 2013) y una “cateta” con pretensiones María Valverde, La mula tuvo un rodaje lleno de sobresaltos, complicaciones y querellas judiciales, que han retrasado casi tres años su estreno. Lo que estaba llamado a ser uno de los grandes proyectos del cine español en 2010, con Michael Radford como director con categoría internacional y coproductor, acabó no solo en los juzgados sino también con la “espantá” de Radford cuando faltaba una semana para finalizar el rodaje, quien además dejó de hacer frente a los pagos que debía hacer su productora. Sin director en la ficha técnica, la película que ahora se estrena resulta lo suficientemente compacta como para que no se le eche en falta.
El realizador ausente, Michael Radford, nacido en India y cuya autoría es innegable en la película, es autor entre otras de El cartero y Pablo Neruda, El mercader de Venecia y Otro tiempo, otro lugar.