Su sangre seguirá corriendo por las venas de América Latina
En la mañana del lunes 13 de abril de 2015, un triste anuncio salió antes que el sol: ha muerto Eduardo Galeano uno de los escritores más leídos por la gente de izquierda, productor de los textos agudos y críticos que acompañan las reflexiones sobre los derechos humanos.
Xulio Formoso: Eduardo GaleanoNinguna palabra es neutral; tampoco neutraliza. Es urgente apelar a los imaginarios simbólicos en cada aporte teórico.
Hay que asumir la responsabilidad de las acciones al ejercer el derecho de expresar: El contenido de una propuesta revolucionaria se ahogaría en el fondo si se sumerge en un soporte amorfo. Lenguaje textual y el pronunciamiento gráfico deben impregnar el alma ideológica para que la estructura social no se quiebre debido a sacudidas sísmicas.
¿Se discute para llegar a acuerdos o, al contrario, para imponer una posición así ésta sea de izquierda? ¿Se llama las cosas y a las personas por su nombre sin buscar subterfugios para comunicarse o se descalifica y discrimina por razones de raza, religión, opciones sexuales o políticas? Diversidad y paridad son ejes equitativos en las acciones tendientes a resignificar actores, hechos y relaciones en la misma humanidad.
La limitación de recursos financieros o talento humano nunca puede ser excusa para abrirle la puerta a la mediocridad. Al contrario, debe ser un reto para la implementación de alternativas creativas. Lo popular no es sinónimo de una vulgaridad solo conocedora de lo superficial.
Antinomias del Minotauro
Hay cuestiones que convocan solidaridades. Una de ellas es saber que se está pensando en el mismo tema, en el mismo hombre aún en las distancias que nos separan. Es bueno saber que existe una especie de metalepsis que pespuntea afectos entre la gente.
Ante la noticia de la muerte de Galeano, el dolor y el asombro plenaron los tuits, pin y mensajes de textos mientras íbamos a nuestros sitios de trabajo, de celebración callejera o de encuentro fraterno. Uno de dichos mensajes se hizo brindis de despedida en mi buzón de correos:
- “Hay que saberse hombre para sentirse dios. Hay que sentirse viejo para saberse joven. Hay que saberse muerto para sentirse vivo. Hay que sentirse ignorante para saberse sabio. Hay que saberse alto para sentirse bajo. Hay que sentirse húmedo para saberse seco. Hay que saberse amado para sentirse odiado. Hay que sentirse libre para saberse preso. Hay que saberse hombre para sentirse mujer. Hay que sentirse pobre para saberse rico. Hay que saberse solo para sentirse acompañado. Hay sentirse cuerpo para saberse alma. Hay que saberse cuerdo para sentirse loco. Y así entre saber y sentir y viceversa va desovillando El Minotauro La Ariadna De su despecho”.
Escrito por el aprendiz de filósofo Gregorio Pérez, entre el 15 de mayo de 1997 y el 13 de abril de 2015.
Mujeres y frases para no dormir
Galeano fue un hombre de oraciones incisivas, apasionado del fútbol, deporte al que dedicó varios desvelos y libros, las mujeres que lo mantenían caminando en el filo de la esperanza, siempre atravesadas entre sus párpados y en la garganta y, por supuesto la realidad subcutánea de nuestro continente. Escritor de las cosas que siempre necesitó una cargar en el portafolio de herramientas escribanas.
Agradecemos a Telesur el compendio de frases publicadas con razón y motivo.