El director italiano Nanni Moretti y el norteamericano Todd Haynes, ya galardonados en Cannes, presentan a competición dos películas de excelente factura que no han conseguido la unanimidad de la crítica en su presentación.
El italiano Nanni Moretti compite con «Mia madre» un drama familiar que tiene mucho de autobiográfico, y el norteamericano Todd Haynes con «Carol» un melodrama adaptación de una novela de Patricia Highsmith, con Cate Blanchet y Rooney Mara como protagonistas de una historia de amor lésbico.
Ambas películas son de indudable interés pero no han suscitado una adhesión unánime de la crítica internacional en Cannes, aunque en las quinielas festivaleras algunos las dan como aspirantes al Palmarés.
Nanni Moretti, ganador de la Palma de Oro en 2001 con «La habitación del hijo» y premio al mejor director con «Diario íntimo» en 1994, vuelve ahora a Cannes con «Mia madre», un drama en el que evoca su propio oficio de cineasta, pero sobre todo la enfermedad, agonía y muerte de su madre, profesora de latin, una mujer al parecer muy apreciada por sus alumnos.
Su «alter ego» es aquí Margarita, directora de cine, interpretada por la excelente actriz Margherita Buy, quien junto a su hermano ingeniero, interpretado por el propio Nanni Moretti, se enfrentan al drama de la anunciada muerte de la madre.
John Turturro, Margherita Buy y Nanni Moretti. FDC-Cyril-Duchene
Esa agonía y las relaciones con la familia son filmadas paralelamente al rodaje de una película que realiza Margarita, una directora de cine que duda de su propio trabajo, mientras vive tan difícil situación. El drama familiar intimista, de emoción contenida se entrecruza así con la ironía de los entresijos de un rodaje, en el que un actor americano Barry, interpretado por John Turturro, aporta una nota de humor con la locura de su personaje de engreida y veterana estrella.
La madre está interpretada con brío por Giulia Lazzarini, actriz italiana del Piccolo Teatro de Strehler, poco conocida fuera de Italia en el mundo del cine. Por su parte Margherita Buy soporta sobre sus espaldas la mayor parte del film, y su convincente interpretación la sitúa ya como candidata a un premio de mejor actriz en esta 68 edición.
«Mia Madre» se sitúa en la vena del Moretti de «La stanza del figlio», con reflexiva emoción, pero no supera aquí, a mi juicio, aquella película que hace ya catorce años le valió la Palma de Oro en este mismo festival.
Carol
En competición también «Carol» del estadounidense Todd Haynes, otro reincidente de este certamen, quien obtuvo el premio a la mejor contribución artística en 1998 en Cannes con «Belvet Goldmine». Su película «Lejos del paraíso» 2002 fue nominada a los Oscar.
«Carol» es una de esas esmeradas superproducciones hollywoodenses con patina de estudio, a la manera de los viejos melodramas de Robert Siodmak en los años cincuenta. Se trata de la adaptación de una de las primeras novelas de Patricia Highsmith, publicada y censurada en 1952, con el seudónimo de Claire Morgan, que relata una historia de amor lésbico entre dos mujeres de medios sociales muy diferentes.
Si al comienzo me temía lo peor con esos decorados de estudio, esos coches años cincuenta relucientes, o esas señoras y señores con sombrero, tan bien vestidos… como suele hacer Hollywood para recordar su propio pasado, hay que reconocer que poco a poco la brillante dirección de fotografía, a cargo de Ed Lachman, consigue con su virtuosidad hacernos olvidar esos artificios.
En casi dos horas de metraje, la primera mitad se prolonga quizás demasiado al ir colocando las premisas de esa historia de amor entre dos mujeres en la muy puritana América de Eisenhower: el encuentro en unos grandes almacenes entre una dependienta de clase media y una adinerada burguesa lesbiana en ruptura con su marido.
Haynes trata con tacto y elegancia esa relación física y sentimental, servida por dos excelentes actrices: Cate Blanchet en el papel de la burguesa elegante decidida y cerebral y Rooney Mara en el papel de la joven ingenua de origen modesto que trabaja en unos almacenes, pero apasionada por la fotografía.
En su segunda mitad el relato va adquiriendo tensión y fuerza hasta su «feliz» desenlace, lo que había provocado escándalo en los años cincuenta, en este melodrama que expone al divorcio y la guerra conyugal por la custodia de la hija del matrimonio, y los sucios métodos utilizados por el marido para denunciar la «inmoralidad» de su esposa y su relación con esa jovencita de clase media.
Queda así mismo bien reflejado el clima social y político de la época, en ese encuentro de dos mujeres de medios sociales diferentes.
Si el personaje de Rooney Mara me parece excelente y matizado, el que interpreta en cambio Cate Blanchet resulta más frío, y poco sabemos de ella, más allá de su bella silueta de mujer de una cierta edad, con la frialdad de esas fotografías en papel brillante de las acristaladas revistas del corazón. No me convence totalmente esta película, ni su insistente música que va subrayando y puntuando el melodrama. Sin negar su interés, no comparto pues la opinión de los que en la prensa la ven ya en lo alto del Palmarés.
[…] la crítica anglosajona da como favorita a “Carol” del norteamericano Todd Haynes, la crítica francesa se inclina en cambio por “Mia […]
«Cannes 2015: Moretti y Haynes no logran la unanimidad de la crítica»
No logra la unanimidad de la critica porque a TI no te gusto? LOL.