Las empresas de la UE que importan estaño, tantalio, wolframio y oro para la fabricación de bienes de consumo deberán contar con un certificado comunitario que garantice que no incentivan conflictos y abusos de derechos humanos en zonas de conflicto.
Los eurodiputados aprobaron esta medida después de revocar la propuesta de la Comisión y la aprobada previamente por la comisión de Comercio Internacional, y se demanda el cumplimiento obligatorio para «todos los importadores de la UE» que se abastecen en zonas de conflicto.
Las compañías que están al final de la cadena de suministro, es decir, las 880.000 empresas de la UE que utilizan estaño, tantalio, wolframio y oro en la producción de bienes de consumo tendrán que informar de las medidas que toman para identificar y abordar los riesgos detectados en sus cadenas de suministro de dichos minerales y metales.
Petición de certificación obligatoria
Dado que las fundiciones y refinerías son el último punto de la cadena de suministro en el que se puede rastrear el origen de los minerales, los eurodiputados van más allá del sistema de auto certificación propuesto por la Comisión y piden que se sometan a auditorías obligatorias, por parte de terceros independientes, para verificar sus prácticas de «diligencia debida».
También piden a la Comisión que dé apoyo financiero a las pequeñas y medianas empresas para obtener la certificación, mediante el programa europeo para la competitividad de las pymes (COSME, en inglés).
El Parlamento también reclama un mecanismo de control del sistema más estricto, con una revisión de su funcionamiento dos años después de empezar a aplicarlo y posteriormente cada tres años (en lugar de a los tres años y cada seis, respectivamente, como proponía la Comisión).
Alcance geográfico
Las áreas afectadas por la normativa son todas las zonas de conflicto y alto riesgo del mundo, de las que la República Democrática del Congo y la zona de los Grandes Lagos son el ejemplo más claro.
El texto define «áreas de conflicto y de alto riesgo» como aquellas sumidas en conflicto armado, con violencia generalizada y desmoronamiento de la infraestructura civil, o en posconflicto frágil, y zonas con gobiernos o seguridad precarios o inexistentes, caracterizadas por «violaciones generalizadas y sistemáticas de los derechos humanos».
El Parlamento iniciará ahora negociaciones informales con el Consejo de Ministros con vistas a lograr un acuerdo sobre la versión definitiva del texto.
Antecedentes
El estaño, el tantalio, el wolframio y el oro se utilizan para fabricar numerosos productos de consumo en la UE, en la industria automovilística, electrónica, aeroespacial, para empaquetado, construcción, iluminación, maquinaria y herramientas, así como en joyería. La futura normativa afectará a 880.000 fabricantes europeos, la mayoría pymes.
Los estándares de la UE sobre «diligencia debida en la cadena de suministro» se basarán en las recomendaciones de la OCDE sobre «diligencia debida», diseñadas para ayudar a las compañías a respetar los derechos humanos y evitar que se incentiven conflictos con la compra de minerales procedentes de zonas de conflicto y alto riesgo.
Intervención de Lola Sánchez Caldentey (Podemos) en defensa de la medida de control