Estoy seguro que si Teresa de Jesús levantase la cabeza y viese como se ha utilizado su nombre con motivo del V Centenario de su Nacimiento con fines comerciales así como para llenar las habitaciones vacías de los hoteles, debido a la incompetencia de los responsables de la promoción turística de Ávila, escudándose en la crisis, prohibiría los actos que quedan del programa conmemorativo de su Nacimiento.

Admiro y tengo un gran respeto así como admiración por Teresa de Jesús. En total desacuerdo con la utilización de su nombre con fines comerciales y para viajar por el mundo.
Mientras, entre acto y acto conmemorativo, ya desde la barrera y pasadas las banderillas para que corra el riesgo del toro un nuevo banderillero, el exalcalde senador se jacta de haber dejado una ciudad desconocida y transformada. Me imagino que se refiere al reguero de letreros de negocios con «SE VENDE» y «SE TRASPASA».
Que se lo pregunten a los jóvenes abulenses que se han visto y ven obligados a emigrar al extranjero por falta de trabajo.
Esperemos para ver qué pasará en el Ayuntamiento y la Diputación con los nuevos inquilinos. Hacer lo mismo que los antiguos propietarios sería una traición imperdonable.
Los «topamíes » deberían ser cosa del pasado y convertirse en «topatodos».




Ya. pero, ¿Qué tienen de malo «los fines comerciales»? ¿Qué tipo de delito o atentado a no sé qué vendrían a ser? ¿Una cuestión estética, quizás? En todo caso, comercio es creación de riqueza, o sea, civilización. El resto prejuicios.
Este artículo no critica lo comercial porque este objetivo para los gestores públicos de esa ciudad brilla por su ausencia ya que como escribe el autor hay un «reguero de letreros de negocios con “SE VENDE” y “SE TRASPASA”.
«Se ha usado su nombre con fines comerciales», es una observación crítica. en todo caso, que al menos la «santa» sirva para algo; el resto del artículo no anula el sentido del párrafo.