Tres países del Ártico: Noruega, Dinamarca e Islandia, han bloqueado todos los intentos de alcanzar un acuerdo en la reunión del OSPAR celebrada en Tenerife (España) que habría ayudado a mantener una de las zonas más delicadas y frágiles del mundo jurídicamente protegida y fuera de los límites a las industrias destructivas, informa Greenpeace.
La comisión OSPAR, el organismo que rige la cooperación internacional para la protección del medio marino del Atlántico Nordeste, inició su reunión anual, celebrada esta semana en Tenerife, con las notas de Ludovico Einaudi resonando en el plenario. Un gesto de la institución bajo presidencia española ante la impactante acción de Greenpeace en el Ártico con la que el compositor y pianista italiano dio la voz a los ocho millones de personas que se han sumado a la campaña.
Pero después de una semana de negociaciones, la Comisión OSPAR ha sido incapaz de llegar a un acuerdo para la creación de la primera área marina protegida en las agua internacionales del Ártico. A pesar de los esfuerzos de la presidencia de OSPAR y de la mayoría de las delegaciones (entre ellas Alemania, la Unión Europea, Francia, España y los Países Bajos), tres países del Ártico (Noruega, Dinamarca e Islandia) han bloqueado todos los intentos de alcanzar un acuerdo que habría ayudado a mantener una de las zonas más delicadas y frágiles del mundo jurídicamente protegida y fuera de los límites a las industrias destructivas.
“Estos tres países, en una maniobra para evitar salir de Tenerife con un resultado positivo han forzado que se traslade la decisión al Consejo Ártico, cuyos representantes en el encuentro reconocieron que esa responsabilidad escapa de sus competencias. Por esta razón y tras las evidencias científicas del alto valor ecológico de estas aguas, aprobadas por OSPAR, el mandato de la institución es claro y no había justificación para retrasar su protección”, ha declarado Sara del Río, de la delegación política de Greenpeace en OSPAR.
La campaña continúa
A pesar del resultado de estas reuniones, que retrasa la decisión, Greenpeace continuará con su campaña mundial para salvar el Ártico señalando a aquellos países que como Noruega abren nuevas áreas del océano Ártico para la exploración de petróleo.
Greenpeace es parte de una coalición que estudia estas licencias para perseguirlas judicialmente. Greenpeace exige a los estados del Ártico y de la comunidad internacional proteger el Ártico de las industrias destructivas, con la creación de un santuario en las aguas internacionales alrededor del Polo Norte.