La Quinta de Mahler (Madrid) ha acogido la presentación de Confidencias, un trabajo en CD que recoge las obras para voz y piano de Jesús Legido interpretadas por la mezzosoprano Magdalena Llamas y el pianista Juan Carlos Garvayo, editado por el sello discográfico Nîbius.
Ante un público numerosísimo, compuesto en su mayor parte por artistas y amantes de la lírica, el editor de Nîbius, José Miguel Martínez. el compositor del CD y los intérpretes, desgranaron el pasado 28 de junio de 2016 sus impresiones sobre Confidencias. y al terminar, Llamas y Garvayo ofrecieron en directo un recital de seis canciones del disco.
En una conjunción casi perfecta con los dos intérpretes, quedó claro que Jesús Legido (Valladolid 1943), discípulo de Javier Montsalvatge, compone estas piezas musicales a la manera de gemas líricas sobre poemas de eximios poetas ya consagrados (Miguel Hernández, los Machado, G. A. Bécquer) , más uno particularmente querido por él como descubrimiento personal (José maría Fernández Nieto), a quien conoció en un congreso en Palencia dedicado a los poetas locales: «un poeta apenas conocido por el gran mundo y muerto hace muy poco, pero con un contenido íntimo desgarrador»… Y con todos ellos consigue trasplantar a la música la belleza de la poesía.
Es así como va componiendo ciclos poéticos en los que «la prioridad siempre es para la palabra» y que van formando un corpus romántico con lo mejor del simbolismo, aquello que toca lo íntimo y personal hasta hacer brotar la emoción, pasando por el folklore más enraizado y misterioso que entronca con el Romancero y la música popular. Un corpus forjado a lo largo de ciclos antológicos que abarcan desde los años 80 y que son su evolución personal y creativa.
Conocido mundialmente desde que compuso la «Misa solemnes» para las Edades del hombre (1995) hasta este último CD, destacó Legido la fugacidad de la música como su característica principal. Una fugacidad paradójica en algo que precisamente requiere ser trabajado nota a nota. Porque si bien con las modernas técnicas su audición se puede fragmentar y saborear sin tiempo, esto no está exento de problemas…
Buen lector de literatura en general y de poesía en particular, ha compuesto libremente y sin encargos esta música sobre unos poemas quintaesenciados de muchos de los cuales este CD es primicia. En él la música y la poesía van ensambladas de tal manera que la segunda es protagonista y no sólo acompañante.
Estéticamente, partiendo de Shubert, Shumann o Fauré, llega a Falla y a su maestro Montsalvage. No es una música dodecafónica ni a propósito novedosa sino tradicional, expresiva e intimista, que usa las técnicas modernas sólo en aras de la expresividad. Y dentro de esta expresividad buscada, las emociones son parte sustancial.
Por su parte Magdalena Llamas, mezzosoprano, declaró que para ella lo mejor es lo que le sugiere esta música tan viva, en la que cada vez se sorprende con nuevos descubrimientos porque es una delicia cantarla. Momentos más tarde, ya como intérprete en directo, supo poner en marcha todo los registros de su caudal en una verdadera recreación interpretativa que va desde el registro de la mezzosoprano, pasando por el de contralto hasta llegar al más sutil y ágil, afiladísimo agudo de la soprano, intercalando a su vez partes recitadas.
La misma opinión sobre Legido tiene el pianista Garvayo, el cual, sentado al piano Hazen híbrido, declaró lo feliz que se sentía de poder expresar con esta música sentimientos. Sentimientos capaces de suscitar emociones, cansado como está -dijo- de una música tan fría que parece avergonzarse de ellas, «Las canciones de Legido son de una factura exquisita dignas de un gran maestro», algo que uno aprecia si tiene ocasión de saborear esa delicadeza, ese «don para lo lírico». «Canciones que merecen estar en el repertorio lírico español de la mano de genios como León Felipe, los Machado, Miguel Hernández, Fernández Nieto»…
En efecto, a lo largo de las seis piezas interpretadas a continuación, se vio claro cómo avanzando gradualmente en un crescendo de emociones más y más fuertes, más y más intensas, la música se volvía cada vez más viva y arrebatada en un logrado intento de ponerse a la par de las palabras. Al mismo tiempo, el silencio entre el público crecía hasta enmudecer con la música. Lo que prueba que el Romanticismo sigue vivo en los compositores actuales y en todos nosotros.
Confidencias ha sido grabado en la sala Manuel de Falla del Conservatorio Superior de Música de Madrid, y la foto de la carátula que decora el CD es de Juan Lucas, director de La Quinta de Mahler.
Entre el público asistente que llenaba la sala, cabe destacar a María Luisa Armenteros, actriz, los compositores Juan José Solana, Jorge Taramasco y Nany Mansilla, el músico Javier Huertas (viola), y el director de Opera World Francisco García Rosado, entre otros.