El 24 de octubre ha sido declarado el Día Mundial contra la Poliomielitis, y hay mucho para celebrar en las oficinas de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y en el mundo entero, ya que la lucha contra la terrible enfermedad nervio infecciosa que ataca especialmente a los niños, está prácticamente erradicada de la faz de la tierra.
Polio: cartel de la OMS155 países en el mundo tiene hoy, niños, sin el grave riesgo de contraer la enfermedad, gracias a la vacunación intensiva y extensiva que este organismo de Naciones Unidas ha llevado a cabo, contra el tiempo y las adversidades, para lograr derrotar el mal.
En este verano, cuando visité la OMS, ya habían alcanzado casi el objetivo y conversé con Cristina del Pueyo, de la Oficina de Relaciones Exteriores de OMS, quien me comentaba: “hemos logrado, a través de la vacunación la detención de la enfermedad, o sea, la transmisión de poliovirus ha alcanzado mínimos históricos y entramos en la fase final 2013-2018, con un Plan estratégico para esta fase”.
Afganistan y Pakistan debido a la continua transmisión transfronteriza siguen siendo el único bloque epidemiológico. Nigeria no había registrado ningún caso por poliovirus salvaje tipo 1 desde el 24 de julio de 2014, por eso, en septiembre del 2015 se suprimió Nigeria de la lista de países de epidemicidad, aunque hay un rebrote actualmente, que está siendo controlado por el gobierno.
Recuerdo cuando era niña y actriz en la Argentina y me solicitaban para participar en las campañas contra la polio, o parálisis infantil, como se llama en Latinoamérica. Colaboraba recogiendo donaciones, pero no sabía del mal hasta que me llevaron al Hospital de niños. Nunca olvidaré la tristeza y angustia que me causó ver a los niños en los pulmotores, otros con aparatos de hierro caminando con dificultad, sus caritas, su manera de pedirme que los ayudara. Cuando llegué a la Organización Mundial de la Salud en Ginebra, aquel recuerdo volvió a mi, y también mi admiración por los médicos y trabajadores sanitarios de la OMS, que han logrado este maravilloso objetivo de detener la enfermedad.
OMS: Cristina del Pueyo, sede de la OMS en Suiza“Vamos a los rincones más apartados, -me dice Cristina- no importan las distancias, el clima, los inconvenientes, hablamos con familiares, líderes comunales, con el pueblo, y llegamos con nuestras vacunas, explicamos a los padres las consecuencias del mal y vacunamos a los niños, tratando de convencer a los más reacios. Es una tarea muy esforzada por la organización y planificación que requiere, pero lo más complicado es la ejecución en los diversos países y en las zonas más apartadas. Contamos con el apoyo de los gobiernos y con voluntarios regionales, que a veces arriesgan su vida. Siempre surgen problemas, inconvenientes que debemos sortear para lograr nuestro objetivo: que ningún niño quede sin vacunar”.
La etapa de recaudación de fondos monetarios exige una permanente búsqueda de contactos para obtener las donaciones: “Son muchos los gobiernos, instituciones y individuos que colaboran -me explica Cristina- apoyando nuestros programas, creando conciencia en los gobiernos que la erradicación de la polio es un asunto de salud pública, explicando a los padres la importancia de la vacunación. Hay donantes, como Bill Gates, que no sólo es nuestro patrocinador, sino que ha difundido nuestra tarea recabando nuevos apoyos”.
Este programa es un esfuerzo mancomunado de donantes, laboratorios, médicos, científicos, expertos y asistentes sociales y voluntarios, una tarea de coordinación, planificación y ejecución. Una magna empresa al servicio de los niños de nuestro planeta.
Hagamos historia. La Polio se convirtió en epidemia en la década de los 40. En 1949 el bacteriólogo John F. Enders logró crecer el virus en laboratorio, el epidemiólogo Jonas Salk, basándose en esa técnica, desarrolló una vacuna para los casos conocidos de esta enfermedad. En 1954 se comenzó la inoculación, de manera inyectable. En 1964 el médico Albert B. Sabin creó otra vacuna oral que atacaba los tres tipos de virus y es la que se utiliza actualmente. Las campañas masivas de vacunación comenzaron a través de la Organizacion Mundial de la Salud (OMS); hay que considerar que lo mas costoso no son las vacunas sino la estrategia para llegar a todas las zonas afectadas.
En 1988, la OMS emprendió un programa mundial de erradicación, ya que el mal se había extendido en África, Asia y América. En 1994 se declaró a América (36 países) libre del virus, en el 2000, se incluyó la región del Pacífico, incluyendo China y 37 países. En 2002, se declaró Europa libre del virus (51 países).
En 1988, había 125 países azotados con el mal, en 2015, se redujo solo a dos y en 2018 se espera que todo el planeta este exento de la enfermedad. Si no hay más casos de polio se habrá conseguido que la tercera enfermedad infecciosa (las otras dos son viruela y peste bovina) sea eliminada de la tierra y este objetivo está ya muy cercano.
En la actualidad, la planificación del legado de la lucha contra la poliomielitis debe cumplir tres propósitos: incorporar el programa a la Salud Pública Nacional y garantizar las funciones para que el mundo se mantenga sin la enfermedad (inmunización, vigilancia, respuesta ante brotes, contención de los poliovirus en instalaciones evitando contagios). Segundo: garantizar los conocimientos obtenidos aprovechándolos para otras iniciativas sanitarias. Tercero: garantizar la transferencia de capacidades, activos y procesos en apoyo a las necesidades sanitarias.
La Iniciativa de Erradicación Mundial de la Poliomielitis ha elaborado directrices para los Estados Miembros en el plan de transición, atendiendo que el Programa de la Polio ahorra billones en el gasto de Salud Pública.
Un funcionario activo en el campo de erradicación me relata la actividad y la tensión que vive hasta que se logran los fines. Lo que alienta a este equipo incansable de trabajadores de la salud es la satisfacción de ver el planeta libre de este flagelo y tener una niñez a salvo de la temida enfermedad.
Feliz Día Mundial contra la Poliomielitis, Organización Mundial de la Salud!