Armenia se ha convertido en un ejemplo a la hora de recibir refugiados de la guerra civil de Siria. Un total de 17 000 sirios de origen armenio -13 000 tienen el estatus de refugiados- han vuelto a su país de origen, la mayoría procedente de la ciudad más castigada por el largo conflicto, Alepo.
Se calcula que en Siria vivían entre 80.000 y 100.000 armenios en 2011 cuando empezó la guerra civil. Tan solo quedan la mitad, unos 40 000, principalmente en Alepo -aún permanecen entre 8000 y 10 000- además de Damasco, Kessab y Quamishlí entre otras localidades. Del resto, además de los 17 000 refugiados que hay en Armenia, Líbano ha acogido a unos 10 000. En Beirut, al nordeste se encuentra el barrio armenio, Burj Hamud.
La comunidad armenia en Siria, como otras minorías étnicas y religiosas, especialmente cristianas, se ha decantado a favor del actual régimen y de su presidente, Bacher Al Asad.
La comunidad armenia de Alepo estaba formada básicamente por artesanos, joyeros y empresarios. Hay que recordar la historia y cómo muchas familias armenias fueron deportadas a los desiertos de Siria a partir de la Primera Guerra Mundial, cuando el territorio formaba parte del Imperio Otomano, ubicándose en la ciudad norteña siria. No obstante, la presencia armenia en Alepo se remonta a 1700.
Se ubican en los barrios armenios de Suleiman y Ashrarief, actualmente una zona de guerra que antes era relativamente tranquila aunque el ejército sirio ha hecho avances sobre el terreno.
El conflicto ha provocado en la comunidad armenia más de 200 muertes y una cifra mayor de heridos; durante la guerra, muchos servían en las filas del ejército sirio, otros perdieron la vida en la defensa de los citados barrios, asimismo hay una enorme cantidad de fallecidos como consecuencia de los bombardeos indiscriminados, además de algunos secuestrados sin información de sus paraderos.
También ha sufrido daños el patrimonio incluyendo la iglesia de la Santísima Trinidad, y las catedrales de los 40 mártires de siglo XV, una de las pocas muestras de arquitectura barroca, y la de Nuestra Señora de la Piedad del siglo XIX.
El semanario armenio Kantsasar aún se publica en Alepo.Como curiosidad, la comunidad armenia de Alepo cuenta con su propia publicación, el semanario Kantsasar que aún se publica. Su editora es Zarmig Boghiguian y hace todo lo posible para que pueda sobrevivir a la terrible guerra que azota a la ciudad. Kantsasar tiene una tirada de 600 ejemplares, su página web tiene 19 000 lectores y su página de la red social Facebook, más de 20 500 seguidores.
Entre 2015 y 2016, unos 250 sirios llegaron a Armenia a través del patrocinio de la ONG Asociación Patriótica de Beneficencia de Alepo. Otro centenar llegó este mes de noviembre. A partir de su fundación en 2015, unas 1640 familias se han inscrito en los planes de asistencia.
Para Armenia con casi 3 millones de habitantes ha supuesto un gran esfuerzo acoger a estos refugiados ya que existe un desempleo de un 17 por ciento y un bloqueo económico impuesto por Turquía, pero aun así les ha ofrecido la nacionalización simplificada, acelerara los tramites de acogida, les ha dado un hogar y ayudas subvencionadas para que puedan rehacer sus vidas. Además han sido bienvenidos no existiendo ningún tipo de rechazo social. La mayoría se quedó en la capital, Ereván.
El Centro ruso para la Reconciliación en Siria trasladó el pasado octubre a Alepo un cargamento de 27 toneladas de ayuda humanitaria, -básicamente harina, azúcar, verduras, frutas y conservas- enviado por Armenia. Fue la primera ayuda sobre el terreno desde que se inició la guerra.
El movimiento internacional Nueva Armenia manifestó su apoyo a los refugiados armenios en Siria y llamó a las comunidades armenias de todo el mundo a aunar esfuerzos en este sentido. El principal objetivo debe ser rescatar a los armenios de la guerra, señalan.