El presidente de EEUU, Barack Obama, ha designado este 28 de diciembre de 2016 dos nuevos monumentos nacionales en los paisajes del desierto de Utah del sudeste y el sur de Nevada para proteger algunos de los más importantes tesoros culturales del país, incluyendo sitios arqueológicos y un territorio considerado sagrado por las tribus nativas norteamericanas de los Navajo, que serán el Bears Ears National Monument y el Gold Butte National Monument.
Barack Obama ha declarado en el acto de firmar la declaración que esta iniciativa «ayudará a proteger el legado cultural y se asegurarán de que las generaciones futuras puedan disfrutar y apreciar estos paisajes pintorescos e históricos».
También ha destacado que se establecido una Comisión de los Bears Ears para asegurar que la experiencia de la tribu y sus conocimientos tradicionales asesoren a la dirección del monumento nacional y ayuden a cuidar mejor sus notables tesoros nacionales.
Después de años de aporte público y diversas propuestas para proteger a ambas áreas, incluida la legislación y una propuesta de los gobiernos tribales en los alrededores de Utah, estos monumentos protegerán los lugares que una amplia gama de partes interesadas todos están de acuerdo son dignos de protección. También hemos trabajado para garantizar que las tribus y las comunidades locales pueden seguir para acceder y beneficiarse de estas tierras para las generaciones venideras.
De la guerra al entendimiento
Russell Begaye, presidente de la nación Navajo, se ha declarado muy orgulloso de ser tanto navajo como americano, después de dedicar su vida a conseguir que la historia de su pueblo sea parte de la historia colectiva de los Estados Unidos.
Russell Begaye recordó ante Obama que «hubo un tiempo en que nuestras naciones, estadounidenses y navajos, estaban en guerra entre sí, cuando la caballería estadounidense arrolló a hombres, mujeres y niños navajos, y los expulsó a una tierra extranjera distante», pero algunos de sus antepasados se escondieron en el lugar sagrado de oración, refugio y fortaleza: el área de Bears Ears de Utah.
Este territorio se extiende por más de un millón de hectáreas a través del borde sur del estado. Sus casas de acantilados antiguos, sitios ceremoniales, arte rupestre abundante, artefactos culturales innumerables, remansos del arroyo, y extensiones de tierra del desierto, son parte de la historia de la nación Navajo.
«Hoy, el presidente Barack Obama ha firmado una proclamación para proteger esta tierra como un monumento nacional para las generaciones futuras de la gente Navajo y para todos los estadounidenses. Gracias a su acción, esta tierra recibirá finalmente la reverencia legal y la protección que merece», señalo Russell Begaye.
El dirigente navajo aseguró que Obama «ha hecho más que cualquier otro presidente en la historia para hacer valer la voz de los pueblos nativos. Cinco naciones tribales soberanas solicitaron que se conservara esta tierra insustituible».
«Como navajo y estadounidense, estoy orgulloso de que nuestro Presidente escuchara un llamamiento soberano y actuara para preservar nuestra tierra sagrada para las generaciones futuras», concluyó Russell Begaye.