Según Per-Erik Muskos, concejal de la pequeña ciudad sueca de Overtornea, la receta «mágica» para mejorar la productividad y el equilibrio profesional de los 550 funcionarios del municipio, y de paso aumentar la natalidad en la zona, sería darles una hora semanal, naturalmente remunerada, para dedicarla a la actividad sexual con su pareja. Muskos ha presentado una moción en su ayuntamiento.
Los beneficios de esta idea, según el concejal, serían impulsar el crecimiento de una población declinante, añadir una pizca de interés a las parejas que llevan mucho tiempo juntas y van perdiendo la pasión y mejorar la moral de los empleados, que llevan una vida muy estresante: “Debemos animar la procreación. Creo firmemente que en lo cotidiano hay poco espacio para la vida sexual. El sexo es también una formidable actividad física y tiene efectos reconocidos sobre el bienestar de las personas”.
La moción se votará en primavera y si consigue una mayoría simple entre los 31 miembros del Consejo municipal de Overtornea se aprobará, y se pondrá en práctica.
Naturalmente en seguida han salido detractores, los aguafiestas de siempre, planteando problemas del tipo de cómo se va a comprobar que un funcionario hace el amor en la hora fijada, o si por el contrario la dedica a dormir o ir al supermercado. Per-Eril Muskos ha reconocido que esta es una de las mayores dificultades de su receta.
Para otro concejal de la misma localidad, Tomas Vedestig, si esa hora está dedicada a hacer el amor con “la pareja”, ¿qué pasa con los solteros, se les va a discriminar por el hecho de no tener pareja estable? Muskos está buscando una solución a este problema.
Según el diario francés Le Monde, “desde un punto de vista puramente médico, la idea no es mala. Los beneficios del sexo para el cuerpo y el espíritu se conocen desde la noche de los tiempos”. Malin Hansson, un sexólogo sueco entrevistado por el New York Times, se ha mostrado realmente entusiasta: “Si fuera por mí, lo extendería a todo el país”.
Suecia, como el resto de Europa –sigue Le Monde- padece un envejecimiento de su población. “Pero gracias a las políticas públicas muy favorables para las familias, entre otras cosas una baja parental de 480 días, el país está en mejor situación que otros vecinos europeos, como España o Italia”.