Osteópatas homónimos

Hace varios meses una amiga mía que reside en una pequeña aldea pirenaica me comentó
que sufría fuertes dolores musculares y que había decidido ir a consultar a un osteópata, escribe Miquel Vidal[1] para el boletín Punto y coma.
Eso me desconcertó:

— ¿Por qué un osteópata? Me hubiera parecido más adecuado un reumatólogo, o incluso un neurólogo… ¿Qué tendrán que ver los dolores musculares con los huesos?

Claro, este equívoco tenía su origen en que, como consecuencia de mi edad provecta, yo aún
guardaba en la cabeza las acepciones clásicas (las del DRAE): «osteópata: especialista en
osteopatía»; «osteopatía: enfermedad ósea».

Confieso que esta vez tardé en reaccionar y, sabiendo que mi amiga desconfía bastante de la medicina tradicional, llegué a creer que tal vez yo la había entendido mal y que ella habría dicho «homeópata».

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Pero a partir de aquel momento fui fijándome en que, en la inmensa mayoría de las veces que la palabra «osteopatía» aparecía en alguna conversación o incluso en algún artículo publicado en la prensa, el término no se ajustaba a la citada definición canónica.

Intrigado, decidí acudir a las fuentes en línea, y ahí encontré la respuesta: según todas las versiones lingüísticas que consulté de la Wikipedia, existe una nueva «osteopatía», que es una disciplina paramédica alternativa fundada en el siglo XIX por un pastor metodista de Kansas[2]. Poco que ver, pues, con la osteología o la traumatología.

Por algunos vestigios restantes de deformación profesional, acudí a los textos oficiales de
la Unión Europea, y ahí encontré una resolución del Parlamento Europeo de hace nada menos
que veinte años en la que dicha institución reconocía:

que existe una gran variedad de disciplinas médicas no convencionales y que algunas de ellas benefician de algún tipo de reconocimiento legal en algunos Estados miembros […], en particular, la quiropráctica, la homeopatía, la medicina antroposófica, la medicina china tradicional (incluida la acupuntura), el shiatsu, la naturopatía, la osteopatía, la fitoterapia, etcétera.

Quedaba claro, pues, que lo que la mayoría de los hablantes actuales de español denomina
«osteopatía» no coincide con la definición establecida en el diccionario de la RAE. Para poder contribuir a aclarar mínimamente estos términos busqué el apoyo de antiguos colegas todavía en activo, mucho mejor conectados que yo mismo en este momento, que me facilitaron amablemente el acceso a fiables trabajos especializados (como el imprescindible diccionario médico de Fernando Navarro3. A la luz de esta información, creo que podríamos proponer el esquema siguiente:

osteopatía

  • Significado clásico: enfermedad ósea (que afecta al esqueleto o al tejido óseo en general)
  • Nuevo significado: disciplina médica de tipo higienista (basada en que el propio organismo es capaz de reaccionar frente a la enfermedad)

osteópata

  • Significado clásico: médico especialista en enfermedades óseas
  • Nuevo significado: osteopráctico, practicante de la osteopatía

Y ya solo nos quedaría esperar que la RAE acuerde incorporar estas nuevas acepciones en
la siguiente edición de su Diccionario de la lengua española.

  1. Miquel Vidal es extraductor de la Comisión Europea
  2. Por cierto (misterios de la Wikipedia), la versión inglesa de la entrada dedicada a dicho fundador
    (<https://en.wikipedia.org/wiki/Andrew_Taylor_Still>) nos dice que «He invented the name
    osteopathy by blending two Greek roots osteon- for bone and -pathos for suffering», mientras que la versión española (<https://es.wikipedia.org/wiki/Andrew_Taylor_Still>) afirma erróneamente que «en la concepción etimológica original de Still venía a significar «la vía del hueso» (de osteo, hueso y pathos, camino)» (ambas consultadas el 24.3.2017).
  3. Resolución sobre el régimen de las medicinas no convencionales, DO C 182 de 16.6.1997, p. 67 (la negrita es mía).
  4. NAVARRO, Fernando A.: Diccionario de dudas y dificultades de traducción del inglés médico (3.ª edición)(también conocido, por el color de su cubierta, como Libro rojo, que puede consultarse, previo registro, en <www.cosnautas.com/librorojo.html>).

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