Actualmente el problema en España es la excesiva omepralización que hay. El omeprazol es el segundo principio activo más prescrito en nuestro país después del paracetamol y por encima del ibuprofeno. Habrá escuchado en múltiples ocasiones que debe tomar omeprazol para proteger el estómago. La realidad es que este fármaco no tiene esta función como principal, y si lo ingiere sin habérselo prescrito un médico, puede tener consecuencias graves; como en casi todos los medicamentos ingeridos, todos tienen beneficios, pero también riesgos que debe conocer.
El consumo de omeprazol se ha disparado en España casi un 200 % en solo ocho años, una cifra muy superior a la de otros países europeos. Realmente la utilidad del omeprazol reside en su potencial para disminuir el exceso de ácido gástrico estomacal, el cual se libera de forma natural para realizar la digestión. Si el ácido se crea en exceso, o sale del estómago hacia el esófago, el omeprazol, así como otros fármacos parecidos, reducen o solucionan el exceso. Asimismo se tratan las úlceras de estómago o duodeno, y es útil para eliminar la esofagitis erosiva por reflujo y el síndrome de Zollinger-Ellison, además de otros síndromes de exceso de secreción de ácido gástrico.
Por ello, es conveniente la lectura del prospecto y no dejarse aconsejar por personas que no están cualificadas para asesorar si protege o no el estómago. Por ejemplo, en el caso de una persona joven que no padece enfermedad alguna, cree necesario consumir omeprazol por tener que tomar antiinflamatorios durante siete días (no es una indicación, según el prospecto); o cuando una persona toma muchas medicaciones diferentes, ninguna de ellas antiinflamatoria, pero cree necesario tomar omeprazol para «proteger» su estómago del exceso de medicaciones (tampoco es una indicación).
Es importante conocer que los efectos adversos del omeprazol pueden ser el daño cardíaco por falta de absorción de magnesio (hipomagnesemia), el aumento del riesgo de infarto, o que produce síntomas referidos al estreñimiento, con náuseas, vómitos, gases o dolores de cabeza, según refiere el estudio publicado en la revista PlosOne. También se considera que se puede padecer anemia perniciosa, osteoporosis y riesgo de padecer enfermedad renal. En algunos pacientes con diarreas se ha visto que la bacteria Clostridium difficile puede aumentar el riesgo de enfermedades intestinales. Esto supone que casi dos tercios de la población puede padecer estos síntomas por autoprescripción, cuando realmente no necesitan ingerir omeprazol.
Hay que considerar que es un antiácido que bajo una correcta indicación médica y un control estricto posterior puede ser efectivo en algunas patologías, pero siempre pautado por un facultativo. El abuso de este fármaco se relaciona también con un déficit vitamínico, que a corto plazo provoca síntomas de cansancio o debilidad, y a largo plazo puede generar un daño neurológico y, por tanto, demencia por la inhibición de la absorción de la vitamina B12. Aproximadamente entre el 10-15% de los adultos mayores de 60 años tienen deficiencia de vitamina B12 y una de las razones es la ingesta «protectora» del omeprazol que ellos mismos se han autoprescrito.
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http://periodistas-es.com/adictos-al-lexatin-orfidal-valium-89021