Expertos aseguran que el olfato podría estar detrás de la predicción del Alzheimer en una edad temprana cuando aún el deterioro cerebral no se ha manifestado de forma evidente.
Por ello, la comunidad científica valora que existe un vínculo entre los síntomas relacionados con la pérdida de memoria y el olfato. Científicos del Centro de Investigación de Salud Mental Douglas, perteneciente a la Universidad McGill, han comprobado que si se tienen problemas en la identificación de los olores, detrás hay algún aspecto a desarrollar que tiene que ver con el área cognitiva.
Tras una serie de pruebas a 300 sujetos con edades comprendidas entre los 63 y 70 años con riesgo de padecer Alzheimer por razones genéticas, probaron si eran capaces de detectar olores ácidos, amargos y muy desagradables. Un tercio de esos pacientes además fue sometido a punciones lumbares para analizar el líquido cefalorraquídeo y medir la cantidad de proteínas relacionadas con el Alzheimer y presentes en él. En todos los casos, los enfermos presentaban signos evidentes de degeneración neuronal.
En este estudio también se verifica que los problemas olfativos son indicativos de otros problemas de salud. Esta nueva vía de exploración para detectar la progresión del Alzheimer se comenzará a utilizar de forma rutinaria.