La psoriasis según indica la Organización Mundial de la Salud, no tiene cura. Es una inflamación crónica que provoca lesiones escamosas rojiza en la piel de los pacientes, en codos, manos, dedos, rodillas, etc. Además de la molestia propia de la enfermedad por el prurito e inflamación crónica, los pacientes corren ciertos riesgos de padecer cardiopatía, accidentes cerebrovasculares, hipertensión y diabetes.
Dado que es una enfermedad inflamatoria es oscilante en cuanto a los brotes que le da al paciente por ello, todos buscan tanto en la red como en curanderos, milagros para atender su problema y resolverlo. La homepatía, el barro del mar muerto y ahora el café.
Todos los productos, sean los que sean, hacen de exfoliantes de la piel y eliminan la piel muerta. Ante eso, parece que la lesión escamosa se ha curado pero no es cierto. En toda esta historia aparece de repente Feliu Pont, un anciano de 88 años que decidió ponerse las cenizas del café en sus manchas. Según cita textualmente, hace ocho años que se ha curado y fue en mes y medio aplicando el café cada día.
Por ello patentó la marca Cenipont, un producto preparado a base de cenizas de café que según los expertos dermatólogos no hace otra cosa que no puedan hacer otras cremas tópicas que contengan alquitrán, hulla o antralina. El bote de cuarenta gramos cuesta cuarenta euros y no tiene ningún fundamento científico, tan solo un estudio que se hizo hace una década en torno a la mejoría de las lesiones rojizas de una piel desgastada por la psoriasis.
El dueño de Cenipont, Pont, está convencido de la eficacia y así lo transmite a quien escuche su teoría. La psoriasis tiene fases y por tanto, unos años se puede estar mejor y otras temporadas peor, pero la enfermedad como tal, no se cura. Todos los pacientes han hecho el método de ensayo, error, y han podido ver mejorada su calidad de vida durante algunos meses, pero poco más.
La evidencia científica del café no solo no existe sino que ni es un producto farmacológico ni cosmético. Es café y de momento, mal no hace a la piel, pero curarla, no la cura, asegura el profesor Grimalt miembro de la Academia Española de Dermatología y Venereología.
Cenipont es un producto que ya se comercializa y está analizado por la Universidad Politécnica de Cataluña. En el análisis revela que las cenizas tienen potasio, calcio, magnesio, azufre y fósforo. Estos compuestos inorgánicos y ninguno orgánico no pueden degradarse, por tanto, tiene una buena compatibilidad cutánea con todo tipo de piel. La textura de las lesiones, el grado de inflamación y la proliferación de las placas de psoriasis han disminuido tras el uso durante 4 meses, pero de ahí a contemplar que es la cura para esta enfermedad hay un paso.
El Colegio Oficial de Farmaceúticos cierto es que en 2015 le concedió a Feliu Pont la patente del producto y fue avalado como uso cosmético. Desde entonces algunas farmacias lo dispensan como tal. No es una cura pero sí un tratamiento paliativo para quien lo quiera probar.