“Spoor (El rastro)”, “Pokot” en polaco, la última película de la directora polaca Agnieszka Holland (Europa Europa, In Darkness). Ganadora del Premio Alfred Bauer en la pasada edición de la Berlinale 2017, es un curioso thriller ecológico en torno a una campesina en guerra contra los cazadores, armada con su amor por los animales y sus extraños conocimientos astrológicos.
A través de las estaciones y los periodos de caza, la casi anciana Janina Duszejko (Agnieszka Mandat (“Woman in train”), exingeniero, vegetariana y astróloga, que vive en un pueblecito de los Sudetes, se ve mezclada en una serie de incidentes desagradables y macabros. Un día desaparecen sus dos perros, que eran su mejor compañía. Meses después, tropieza con el cadáver de su vecino, un cazador furtivo. La única pista son unas huellas de patas de corzo cerca de la vivienda. Pasa el tiempo y se suceden las apariciones sucesivas de cadáveres de todas las autoridades locales, todos hombres y cazadores. La mujer intenta convencer a la policía de que han sido asesinados por animales salvajes, cuando sospechan de ella. Cuando arde el local parroquial, y mueren abrasados el sacerdote y el sacristán, parece que ya no hay dudas…
Con un sutil poso de humor, un poco de suspense y la tensión suficiente, “Spoor” es una historia de amistad, amor por la naturaleza y venganza; tan drama psicológico como thriller policiaco, con una fotografía sublime, que ha conseguido también el premio a la Mejor Actriz para su protagonista en la Seminci (Semana Internacional del Cine) de Valladolid 2017. Tiene el ambiente tenebroso pero atrayente de los viejos cuentos de hadas que se cuentan junto al hogar generación tras generación, y cuyos personajes, a un paso del surrealismo, ganan en verosimilitud e intensidad a medida que se repiten.
¿Iluminada o sabia? “Spoor” es el retrato de una mujer “de oro puro”, excéntrica y fuerte, animista, solitaria, independiente, feminista y defensora de la naturaleza en una sociedad regida por la violencia de los hombres (con los animales, solo son felices cuando los tienen muertos a sus pies, con las mujeres y con el entorno), que propaga la especie de que los animales se vengan de las personas que les maltratan. Vive en un pueblo rodeado de bosques pero tiene conocimientos técnicos y científicos modernos. Lo mismo utiliza un ordenador portátil que usa axiomas astrológicos para definir caracteres y situaciones. “Spoor” es también una metáfora política sobre la venganza de las minorías que se decanta “por la marginalidad frente al orden establecido, por seguir los instintos en lugar de las reglas”.
La película está construida a base de capítulos, cada uno de ellos se refiere a una diferente temporada de caza, marcada por los animales que pueden cazarse. El personaje femenino consigue imprimir un toque fantástico en este relato que si peca de algo es de realismo extremo, y nos habla de igualdad entre los géneros y de justicia social con todos los seres vivos.