Entre otras muchas conclusiones, la crisis económica ha mostrado a muchos consumidores españoles que un endeudamiento excesivo puede llegar a perjudicar gravemente la economía familiar. Además, si este problema afecta a un número excesivo de familias, puede llegar a contaminar también la economía de una comunidad o de un país.
De esta experiencia no solo hemos aprendido las personas, sino también las entidades financieras que dan soporte a la actividad económica y comercial. Por ejemplo, han tenido que superar las consecuencias del sobreendeudamiento de las familias por las facilidades para acceder a crédito instantáneo mediante la utilización de tarjetas de crédito, que multiplicaban el riesgo hasta cifras inasumibles y conducían inexorablemente al colapso.
De esta experiencia negativa han derivado respuestas en los diferentes ámbitos del problema. Desde las entidades financieras facilitando una refinanciación adecuada a cada caso y a los nuevos criterios del gasto en el seno de las familias. Por otro lado, en el mercado han aparecido nuevos actores que han promovido soluciones alternativas, como el microcrédito sustentado no solo en la solvencia, sino también en la acumulación de confianza.
Las tarjetas de débito permiten gestionar el dinero de forma eficaz y es fácil obtenerla, ya que es suficiente contar con una cuenta en una entidad bancaria, cuyo saldo marcará la disponibilidad para operar con ella, ya que el control se hace en tiempo real y no permite superarlo. También ofrece la autorregulación para disponer de efectivo.
Las tarjetas de débito gratis no son nuevas en el mercado, pero ha sido tras la crisis cuando han adquirido un nuevo protagonismo. Entre sus ventajas se encuentran la capacidad de limitar la posibilidad de gasto a la disponibilidad real o nuevas funcionalidades que vienen de la mano de novedades tecnológicas, además de su evidente facilidad de acceso.
Las empresas también se ven beneficiadas por este tipo de tarjetas ya que el comercio puede aceptar pagos de cantidades mínimas. Algunas tarjetas clásicas estaban sujetas a comisiones que no hacían rentable su uso por debajo de determinadas cantidades.
Las nuevas tecnologías han avanzado también en la seguridad de las compras en Internet. Ahora, en caso de robo/pérdida o de usurpación de la identidad, es mucho más sencillo conseguir la devolución de los cargos indebidos.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) de España indica que las tarjetas de crédito y débito son el medio de pago más adecuado para viajar a cualquier destino, ya que son admitidas en la mayor parte de los comercios del mundo, lo que permitirá pagar las compras o servicios en el extranjero. De hecho, aunque siempre hay que llevar algo de dinero en efectivo para los pequeños pagos, esta organización aconseja recurrir a las tarjetas y usarlas siempre que sea posible, para limitar los riesgos de llevar grandes cantidades de efectivo, y concretan que para sacar dinero del cajero, la opción más barata es una tarjeta de débito que no cobre comisiones por extraer en cajeros en el extranjero ni por usar la tarjeta fuera de la zona euro.
La OCU recomienda la utilización de tarjetas de débito cuando es necesario obtener dinero en otras divisas, fuera de la zona Euro, aunque conviene verificar antes de emprender el viaje si los cajeros del país de destino pueden cobrar una comisión por su uso. También hay que tener especial cuidado en países como Estados Unidos o Reino Unido con los cajeros de “marca blanca”, que no están vinculados con entidades bancarias.
Las entidades disponen asimismo de números de teléfono específicos y generalmente gratuitos para llamar desde el extranjero y anular la tarjeta en caso de robo o pérdida que conviene llevar anotados antes de emprender el viaje.
Y un último consejo; conviene llevar una segunda tarjeta que saque de apuros en caso de que la tarjeta habitual falle.
A corto plazo, también hay que tener en cuenta que empresas y entidades bancarias están apostando por sistemas para hacer pagos en comercios a través de apps de pago. Es decir, dentro de poco solo será necesario llevar un Smartphone en el bolsillo para hacer tus compras.
En todo caso, conviene conocer bien las ventajas añadidas que tienen las tarjetas de débito, como seguros de accidentes, de pérdidas de equipaje, de compensaciones si se compran con ellas viajes en medios de transporte público… Coberturas que suelen abarcar también a las personas que viajen con el titular de la tarjeta