De un tiempo a esta parte leemos con cierta asiduidad que, llegados a los cincuenta, es necesario tomar un suplemento de calcio o vitamina D para evitar las fracturas óseas. Sin embargo, según un estudio realizado por investigadores del Centro Hospitalario Tianjin de China, publicado en la revista científica Jama, con esa medida, ni se fortalecen los huesos ni se reduce el riesgo de fracturas.
En nuestro metaanálisis de ensayos clínicos aleatorizados, el uso de suplementos con calcio, vitamina D o ambos, no se asoció con un menor riesgo de fracturas en personas mayores. Así, nuestros hallazgos no apoyan el empleo rutinario de estos suplementos en esta población, añade el científico que justifica este estudio.
El calcio es el mineral que confiere la dureza a los huesos y, ya sea en fosfato o en carbonato cálcico, supone hasta el 45 % de la composición de los huesos, por lo que la carencia hace que tengamos unos huesos más débiles y por tanto, presentemos un mayor riesgo de desarrollar osteoporosis.
El factor indispensable para que el calcio se absorba es la vitamina D, y actualmente existe un déficit importante en la población por las medidas preventivas de no tomar el sol.
Como el organismo no puede producir calcio por sí mismo, tenemos que ingerirlo a través de la dieta, y por ello se ha puesto de moda el uso de suplementos efervescentes para tener el calcio necesaario.
Cumplidos los 50, una de cada tres mujeres y uno de cada cinco varones padecieron una fractura por culpa de la osteoporosis y, según el estudio realizado, todos tomaban suplementos a diario.
Por lo tanto, si no se ingiere la debida cantidad de calcio en forma de queso, leche, y otros nutrientes, y además no tomamos el sol porque vivimos en un país que apenas sale, sí es conveniente tomar suplementos, pero tenemos que saber que no evitaremos padecer fracturas relativas a la edad. La cadera se rompe y la anciana se cae, no es al revés, como dice la gente.
La osteoporosis afecta a los huesos y está provocada por la disminución de la masa ósea que lo forma, tanto en las proteínas que confluyen su matriz como de las sales minerales de calcio que contiene. Por ello, el hueso es menos resistente y más frágil, lo que provoca menos fuerza y relativa facilidad para producir fracturas o microfracturas tras un traumatismo.