El organismo de las Naciones Unidas creado para casos de emergencias (CERF, por sus siglas en inglés), dispone del fondo central para la acción en casos urgentes para prestar asistencia humanitaria a personas afectadas por desastres humanitarios, naturales o conflictos armados y busca recaudar a lo largo del 18 mil millones de dólares para ayudar a las crisis mundiales más desatendidas.
Actualmente las cifras de esas ayudas se han visto mermadas ya que hablamos de una caída de que nos deja con datos del año 2010. La ONU distribuyó cerca de 345 millones de euros en ayuda humanitaria ese año y actualmente hablamos de la misma cantidad, aproximadamente 347,1 millones de euros.
África sin duda es el continente más atendido ya que solamente Somalia recibió 27,4, seguido de Nigeria (26,4), Sudán (24,6), Etiopía (23,6), Bangladesh (20,2), República Centroafricana (13, 5) y Uganda (12,5).
El programa mundial de Alimentos aportó a los fondos cerca de 118,7 millones de euros por delante de UNICEF o ACNUR. La alimentación acaparó el 22 % de la ayuda ofrecida por Naciones Unidas, seguida de agua, salud y alojamiento.
Actualmente las crisis van en aumento por los conflictos armados y las prolongadas hambrunas debidas también al cambio climático.
El CERF fue puesto en marcha hace doce años con el fin de subsanar estos problemas y se han destinado cerca de 4.200 millones de euros a un total de diez países. Recibe contribuciones de donantes; empresas, fundaciones, gobiernos, organizaciones benéficas y está integrada en la oficina de las Naciones Unidas para la coordinación de Asuntos Humanitarios.