Once detenidos musulmanes que se encuentran en el penal de Guantánamo presentaron el jueves 11 de enero de 2018, en un tribunal federal de Washington DC, una denuncia contra el presidente estadounidense Donald Trump, acusándole de mantenerles detenidos a causa de su religión.
Como prueba han presentados varios tuits xenófobos y racistas del millonario, así como comentarios en los que Trump ha manifestado alguna vez que ningún preso de Guantánamo deberá quedar en libertad: “La oposición del presidente a la liberación de presos de Guantánamo se corresponden con otras iniciativas políticas suyas, carentes de discernimiento, que los tribunales han anulado después”, se asegura en el escrito de la denuncia, que también menciona explícitamente el decreto sobre la migración.
En Guantánamo quedan 41 prisioneros de los 775 que había cuando se inauguró el centro de detención, hace dieciséis años (el aniversario ha coincidido, día por día, con la presentación de la denuncia), en el enclave estadounidense de Cuba. Ahora reclaman un habeas corpus para todos ellos, a fin de que sean juzgados o queden en libertad definitivamente.
Algunos llevan internados allí desde 2002, sin juicio y sin que ni siquiera se hayan presentado cargos concretos contra ellos. Los presos recuerdan que las palabras de Trump acerca de que no tiene intención de dejarles nunca en libertad son contrarias a la legislación estadounidense y al derecho internacional: “Son una demostración de su antipatía hacia esta población carcelaria y hacia todos los musulmanes”.