El curso escolar se ha iniciado en Rusia en las escuelas primarias con una importante novedad, la enseñanza del ajedrez.
La ministra de Educación y Ciencia de Rusia, Olga Vasilieva, anunció que el ajedrez se convierte en asignatura obligatoria en las escuelas. Todos los escolares de primer grado estudiarán ajedrez durante cuatro años con un mínimo de 33 horas anuales y así se reemplazará el tercer período de la clase de educación física.
Los alumnos de primer grado tendrán 33 horas al año, y del segundo al cuarto grado, los niños estudiarán una hora más, o sea, una lección por semana, aunque los que quieran podrán tomar clases adicionales.
“Los niños que juegan al ajedrez tienen un mejor rendimiento académico. El compromiso con el ajedrez les ayuda con el desarrollo mental” declaró la ministra quien ya hace dos años, en 2017, anunció que el ajedrez sería obligatorio en las escuelas primarias. También el que fuera campeón del mundo, Anatoli Karpov, ha mostrado su total apoyo a la propuesta del Gobierno ruso.
Los proyectos piloto de enseñanza de ajedrez en varias regiones rusas mostraron muy buenos resultados, por lo que el ministerio decidió introducirlo en la mayoría de las instituciones educativas del país.
Los pequeños desarrollarán habilidades analíticas, pensamiento lógico, memoria, concentración y velocidad de reacción. Todos estos conceptos los ayudarán a dominar las ciencias exactas, explican.
Uno de los objetivos es también que se pretende disminuir la adicción a móviles y otros dispositivos por parte de los menores rusos.
No hace falta recordar la importancia de Moscú en el ajedrez mundial, escenario de campeonatos mundiales, presencia de grandes campeones, así como de un Museo de Ajedrez de los más importantes del mundo, que reúne más de 4000 elementos relacionados con el juego.
La gran influencia del más que milenario juego en Rusia, se demuestra también en que sus nacionales llevan décadas ejerciendo la presidencia del ajedrez mundial, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE, siglas en francés), considerada “un complemento” para la política exterior rusa.
Primero fue el polémico Kirsan Ilyumzhinov de 1995 hasta el año pasado 2018 en que fue reemplazado por su compatriota Arkady Dvorkovich, ex viceprimer ministro, responsable del Mundial de Fútbol 2018 y persona muy vinculada al presidente Putin. Será también previsiblemente el máximo responsable mundial en los 64 escaques cuando se celebre el Centenario de la federación nacida en París.