Este 3 de diciembre de 2025, el tribunal de la localidad argelina de Tizi Ouzou ha confirmado, en apelación, la condena de siete años de cárcel por «apología del terrorismo», dictada en primera instancia para el periodista deportivo francés Christophe Gleizes.

Según el diario belga Le Soir, con su condena el periodista «paga el precio de los conflictos políticos internos de Argelia, pero también su nacionalidad».
Recordemos que el pasado 18 de marzo de cumplieron 63 años de los Acuerdos de Evian que pusieron fin a la guerra entre Francia y Argelia, su colonia más importante, que duró ocho años (1954-1962) y en la que Francia extremó la crueldad contra la población argelina, y en la que fue extremadamente violenta la respuesta del Frente de Liberación Nacional de Argelia. Toda la contienda estuvo marcada por las violaciones de los derechos humanos, torturas y asesinatos protagonizados por ambas partes.
Encarcelado en Argelia desde finales del pasado mes de junio, Christophe Gleizes, de 36 años, periodista independiente especializado en fútbol africano y colaborador del mensual francés So Foot y de la publicación quincenal Society, viajó a Argelia en mayo de 2024 para efectuar un reportaje sobre la Juventud Deportiva de Kabilia (JSK), el club de fútbol que cuenta con más victorias en el país, con sede en Tizi Ouzou, a unos cien kilómetros al este de Argel.
Se da la circunstancia de que Christophe Gleizes entrevistó a uno de los dirigentes del JSK que es también responsable del Movimiento para la Autodeterminación de la Kabilia (MAK), considerado por las autoridades argelinas organización terrorista desde 2021.
En primera instancia, Christophe Gleizes pidió «perdón» y «clemencia». Reconoció haber cometido «muchos errores periodísticos a pesar de sus buenas intenciones», empezando por haber pedido un visado turístico, en lugar de un visado de periodista, para viajar a Argelia, y por no haberse informado de que uno de sus contactos estaba relacionado con una organización terrorista.
Según el diario argelino en lengua francesa Le Matin d’Algérie, uno de los escasos medios independientes de la prensa local, «El periodista está pagando el precio de una campaña particularmente agresiva, puesta en marcha por el poder y sus allegados hace una decena de días, contra el movimiento independentista MAK».
Según esta publicación, que califica al tribunal de «arrogante», el juicio parecía perdido de antemano: «Ha estado rodeado de una fuerte tesión», y recuerda que la fiscalía había pedido diez años de cárcel para Christophe Gleizes, argumentando que «el acusado no vino a Argelia para hacer un trabajo periodístico, sino para cometer un acto hostil».
Mientras la familia del periodista ha manifestado que va «a continuar el combate hasta conseguir una sentencia favorable», su abogado argelino, Amirouche Bakouri, declaraba que va a apelar ante el tribunal de casación porque «no hacerlo sería admitir la condena».
Para Thibaut Bruttin, director general de Reporters sans frontières, «es la condena más grave impuesta a un periodista francés desde hace diez años. Ser periodista no es un delito».



