No a la ley trabajo
Tras la tentativa del gobierno Valls de prohibir la manifestación sindical convocada para hoy en París contra la reforma laboral (ley trabajo), el poder ejecutivo ha dado finalmente marcha atrás, autorizando la manifestación, pero limitando de forma drástica su recorrido.
Por vez primera en Francia desde la guerra de Argelia, un gobierno republicano, el mal llamado gobierno de “izquierdas” de Valls /Hollande, ha intentado prohibir una manifestación sindical en este país. Desde Amnistía Internacional a la mayoría de las organizaciones sindicales, la condena de la actitud gubernamental ha sido inmediata.
Numerosos diputados ecologistas, socialistas y comunistas anunciaron que acudirán a la manifestación contra la «ley trabajo». La exministra de Justicia, Christiane Taubira, ha expresado en un twett su desacuerdo con esa restricción de la libertad publica. “Es un error histórico” ha declarado también el diputado socialista Christian Paul.
Siete organizaciones sindicales: CGT, FO, Solidaires, FSU, UNEF, UNL y FIDL habían llamado a manifestarse este jueves 23 de junio de 2016 desde la plaza de Bastilla hasta la plaza de la Nación, recorrido habitual de las grandes manifestaciones sindicales en Francia. El gobierno había prohibido la manifestación, proponiendo una concentración estática. Propuesta rechazada por las organizaciones sindicales.
Una negociación entre el Ministerio del Interior y los sindicatos ha conducido finalmente al Gobierno a autorizar la manifestación, pero con un recorrido restringido, a partir de la plaza de la Bastilla. El gobierno autoriza un recorrido limitado de un kilometro y medio en torno al puerto del Arsenal. Propuesta finalmente aceptada por las organizaciones sindicales.
Con la amenaza de prohibición de las manifestaciones sindicales el gobierno Valls ha mostrado su impotencia para contener la ola de protesta sindical y ciudadana provocada por la «ley El Khomri», calificada de “ley canalla ( loi scelerat)” por el dirigente socialista francés Gerard Filoche. Cerca de dos millones de personas han participado hasta la fecha en Francia en las manifestaciones contra la reforma del código del trabajo.
El frente sindical contra el Gobierno se mantiene unido, a excepción de la CFDT que sostiene la política de Hollande, pero que no ha podido sino condenar la tentativa de prohibir esta manifestación sindical.
Jean Claude Mailly, secretario general de Force Ouvriere (FO), ha condenado la actitud del primer ministro Manuel Valls, quien se obstina y se encierra en su autoritarismo. Tras recordar que desde 1958, no ha habido nunca en Francia una prohibición de manifestación sindical, Mailly ha agregado: “la próxima etapa, cual es? Que vengan a detenerme?”
Ni la intolerable violencia de los hooligans rusos y británicos en la Eurocopa en Marsella, ni la violencia provocada al margen de la manifestación sindical contra la «ley trabajo», el pasado 14 de junio, han sido impedidas por la policía francesa, no obstante un enorme despliegue de seguridad, en pleno “estado de emergencia”.
Cabe pues preguntarse quién saca provecho de esa incontrolada violencia, provocada por individuos perfectamente identificados por las cámaras de video vigilancia y de la policía.
La violencia de un nutrido grupo de reventadores ha sido claramente instrumentalizada por el Gobierno para intentar prohibir las manifestaciones sindicales hostiles a su reforma laboral , escondiendo así su propia incapacidad para prever y neutralizar esa violencia.
Amnistía Internacional ha condenado esta tentativa de amordazar la libertad de expresión y de manifestación en Francia y reclama una investigación independiente sobre el origen de esas violencias, que se produjeron fuera de la manifestación oficial.
La manifestación este jueves 23 de junio en París, ha sido pues autorizada, y se celebrará a partir de las dos de la tarde. Los dirigentes de la CGT y de FO han saludado esa decisión como “un triunfo de la democracia”.