La Federación Internacional de Periodistas (FIP) y el Sindicato de Periodistas de Yemen (YJS) han lanzado un llamamiento de emergencia a sus miembros y a la comunidad periodística para que se unan a una campaña para presionar a las autoridades Hutíes para que liberen a cuatro periodistas yemeníes detenidos desde 2015, y que ahora están en el corredor de la muerte tras ser condenados por hacer su trabajo.
Abdul Khaleq Amran, Tawfiq Al-Mansouri, Harith Hamid y Akram Al-Walidi –lea sus perfiles aquí– fueron detenidos junto con otros cinco periodistas el 9 de junio de 2015 en el Hotel Dream Castle de Saná. Su detención estuvo motivada por sus reportajes sobre las violaciones de los derechos humanos cometidas por las fuerzas Hutíes, que los acusaron de «espionaje para estados extranjeros y difusión de noticias falsas».
Desde su detención, han sufrido todo tipo de crímenes contra sus derechos fundamentales, como la desaparición forzada, la tortura física y psicológica, la denegación del derecho a ser visitados y del derecho a tener acceso a la atención médica. Estas acciones infringen todas las convenciones y normas internacionales sobre el trato a personas presas.
Hoy se encuentran en el corredor de la muerte y la FIP y el YJS están presionando a Ansar Allah para que los libere mientras empujan a organizaciones de la comunidad internacional para que prioricen a la vida de nuestros compañeros y trabajen por solucionar su situación.
La campaña de la FIP:
- Lanzar una carta abierta al enviado de las Naciones Unidas a Yemen para que trate este caso como un asunto urgente – haz clic aquí para firmar la carta abierta
- Presionar a los organismos gubernamentales e intergubernamentales pertinentes para que exijan que este asunto tenga prioridad en su agenda
- Garantizar la participación de YJS en la próxima reunión del Consejo de Derechos Humanos para plantear esta cuestión en particular, y la difícil situación de los/as trabajadores/as de los medios de comunicación yemeníes en general.
El Secretario General de la FIP, Anthony Bellanger, ha dicho: «Necesitamos que la ONU, la UE y los gobiernos de todo el mundo defiendan a los/as periodistas y digan inequívocamente a Ansar Allah y al gobierno de facto de Sanaa que torturar y ejecutar a periodistas es un crimen de guerra que el mundo no va a tolerar».
«Pero eso no es todo. Debemos enviar un mensaje a nuestros amigos Abdul, Tawfiq, Harith y Akram y a sus familias de que no están solos y de que toda la comunidad periodística mundial y los/as activistas de la libertad de expresión y los derechos humanos trabajan sin descanso para conseguir su libertad», concluyó.